Forelli Rules Alicante: Día Veintidós

12:48 am del Día Veintitrés. Perdónenme por la tardanza con esta entrada, pero tiene sus motivos. Lo explicaré más adelante en el transcurso de esta entrada. Ahora vamos a entrar en materia:

Ayer le mandamos a los niños a hacer una redacción sobre lo que más les gustó de la Escuela de Verano de ASIDALI. La inmensa mayoría, por no decir todos, nombraron las visitas a la piscina, destacaron que soy muy gracioso y que mi amiga era una histérica chillona. Bueno, yo solo digo que ella sería una buena profesora de primaria y yo no. Soy demasiado bonachón y sólo cuando me cabreo de verdad es cuando doy caña, y me paso un montón. Tras esta experiencia y a pesar de que sólo me quedan dos días como profesor de verano en ASIDALI, no quiero volver a darle clases a gente de Primaria o del primer ciclo de Secundaria. Si vuelvo a ser voluntario de la Asociación, me quedaré como voluntario para ayudar en lo que haga falta, pero no para ser docente. El caso es que todos hicieron también un dibujo sobre lo que más les gustó de la Escuela... Y casi todo el mundo dibujó la maldita piscina. Otros nos dibujaron a mi amiga y a mí en clase, o a mí con mi vello corporal en la piscina. Cómo se nota que esta generación no ha visto lo que es un hombre de verdad...

Después de todo, vino una chica de una clínica dental llamada iClinic (la cual la firmado un convenio con ASIDALI para apoyarse mutuamente y tal) para dar una charla sobre higiene bucodental tanto a padres como a niños. No dijeron nada nuevo, al menos para mí que la novia de mi fallecido padre fue durante mucho tiempo auxiliar de dentista (no sé cuál es el verdadero nombre para la chica que te hace cosas en los aparatos y que ayuda al dentista cuando te están haciendo cosas mayores como quitarte muelas). El caso es que luego se procedió a repartir juguetes entre los niños que contestaran bien a las preguntas de la chica y se dio un refrigerio posteriormente. Muy estresante todo, estar con lo menos 30 almas allí dentro, un local que tiene la misma ventilación que un anorak de esquimal.

Me pegué otra siesta titánica por la tarde (no almorcé, ya comí sandwiches en la fiesta) hasta las seis y media o así. Posteriormente fuimos a SpiderLand a entregarle a Marcos y Fidel el peluchito que Galo les hizo entrega amablemente al final de la charla sobre Spider-Man.

Un hombre muy simpático. Le encanta hablar con sus clientes, acercarse a ellos, recomendarles y ayudarles en todo lo que pueda.

Mis tarjetas de visita en SpiderLand, para todo aquél que quiera contactar conmigo.

Más tarde, fuimos a Monográfic a recoger un pedido que ya habíamos efectuado y que creía que quizás SpiderLand no podría traer, pues por lo que tengo entendido las distribuidoras le están haciendo la vida imposible de no sé ni cuantas formas posibles. El cómic en cuestión es Invencible Ultimate Collection Nº1, un gran recopilatorio de una serie de Image que a mí, sinceramente, me ha encantado. Es del guionista creador de The Walking Dead.

 Aquí el cómic en cuestión, contiene los trece primeros números (un año entero) de esta buenísima serie de superhéroes que consigue darle una gran vuelta de rosca al género.

 Aquí tenemos a Omni-Man, el padre del protagonista. Es un superhéroe en plan Superman. Tiene un increíble parecido con el padre de Caslo.

Luego fuimos a comprar los recuerditos que me pidieron mi tía, mi madre y mi abuela, para que se queden contentas y no se pongan a oler a culo cuando llegue, y luego nos paramos por ahí. Una amiga de la familia de mi amiga nos invitó a cenar en su bar para luego llevar al niño a su casa y cuidarlo hasta que ella llegase. Esa casa era un infierno: estrecha, calurosa, sin agua para beber... Y para colmo pasamos allí lo menos desde las 11 de la noche hasta las 2 y media de la mañana. Por lo menos el niño era un encanto, aunque quizás un poco nervioso.

Es por eso que llegué a la casa de mis anfitriones a eso de las 3 y pico, luego pensé que duraría para jugar al Apalabrados con mi amiga y escribir antes de dormirme. Caí rendido y, ahora, llevo hasta las 2 y 10 de la tarde escribiendo esta entrada. No he desayunado y no me dejan porque no es la hora... Ellos no saben que yo como de todo y a la hora que sea... En fin.

¡Seguiremos en contacto!