Foto de mi DNI (en la época Joshy Pig) y otra en Segundo de Bachillerato. Como verán, entre las dos fotos han pasado un año o así y ya se ve la diferencia en las caras... Y la barba.
Y aquí podemos comporbar como mi excelsa y hermosa barba es una tremenda preciosidad en 2014 y en Segundo de carrera, tras varios palos y un tiempo de reflexión considerable.
Además, tener barba mola. Puedes acariciártela en cualquier lado sin que te digan nada, muchos no te reconocen tras haber pasado tiempo sin verte (y con ello puedes evitar tener que hablar con gente que te caiga mal), puedes evitar quemarte el cuello si vas a la playa... En resumen, tener barba es una gozada muy grande y recomiendo encarecidamente dejársela crecer a todo hombre que se encuentre entre los lectores (aunque la sociedad tenga un problema inexplicable con ellas, que les folle un tiburón martillo). Me despido con un nuevo lema: Barba de enanos, barba de sanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario