Hoy es un día agridulce para mí. Hoy se cumplió la profecía. Hoy tuve que despedirme de una parte de mí. Tras 7 hermosos meses llenos de todo tipo de emociones, experiencias y aventuras, nuestras aventuras deben parar por el bien del futuro. Me siento triste porque éste momento ha llegado de una forma tan inesperada y tan temprana que me ha cogido de sorpresa, pero alegre porque sé que, aunque estemos lejos, ésto le permitirá llegar a la meta que ella se ha puesto para sí misma. Le queda por delante una carrera de fondo para la que cuenta con todo mi apoyo incondicional. Espero verle cuando la acabe en primera fila, en la mismísima linea de meta.
Es hora de que siga mi camino también. Y no dudes de que te haré sentir orgulloso.
Gracias, te quiero...
Y hasta luego.
Bienvenido seas, querido lector. Mientras que la vida y la gente no aportan más que ruido y problemas, aquí encontrarás un rincón donde pensar, meditar y reflexionar. Disfruta de tu estancia en mi pequeño reino.
Música, mi colega
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