Es un país que, en muchísimos aspectos, se parece a España. Poseen las mismas raíces, sus lenguajes proceden del latín, hay en ambos una fuerte influencia del cristianismo católico, ambos atravesaron una dictadura de derechas militarista... Y un sinfín de paralelismos, parecidos y semejanzas que es bastante lógico que se den en dos países que son prácticamente vecinos. Y la verdad es que más allá de los escabrosos parecidos negativos que pueda tener con nuestra metrópoli (al fin y al cabo, venimos a ser una colonia de España) como pueden ser su auténtica devoción por el fútbol y la enorme cantidad de telebasura que poseen y la simple visión del lugar como un destino turístico de ensueño se esconde un lugar en la que su juventud, su arte y sus ganas por cambiar lo establecido le mean en la boca a sus respectivos españoles.
Para empezar, el cómic allá está muchísimo, pero muchísisisisisimo más extendido que aquí. No sólo porque se atrevan a traer cientos de obras que aquí en España no verían jamás la luz ni por asomo, sino porque también es un nido de creadores en bruto tales como Milo Manara y Hugo Pratt. Sin ir más lejos, recientemente he empezado a leer RanXerox, un cyborg hecho de piezas de impresora amoral y drogadicto que se tira a Lubna, una chica de 12 años también drogadicta y quizás más amoral que su novio, y espero analizarlo pronto. Otra es su enorme cantidad de bandas de Thrash Metal, género que refleja a la juventud que, como yo, está completamente disconforme con las injusticias establecidas y quieren poner su grito en el cielo de forma que se note. Sin ir más lejos, me encantan Alkoholizer y Hyades, siendo de Cerdeña y Lombardía respectivamente (Tienen temas en el reproductor del blog, recomiendo encarecidamente la escucha de los mismos). Si bien es cierto que en los últimos años el país está pasando por una crisis tremenda y están más o menos en la misma situación que España, me encanta saber que hay un país que con los mismos problemas y el mismo pasado pueda tener una juventud mucho más comprometida y culta... A no ser que me esté equivocando, pero espero que no sea el caso. En fin, que al menos yo creo que me lo pasaría pipa en Italia y me sentiría como en casa... Por no hablar de la belleza de su idioma.
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