miércoles, 29 de julio de 2015

Entradillas Forellianas Nº 29: Vaya mierda de Julio

¿No se han sentido aguna vez tan destrozados física y mentalmente hasta llegar al punto de que entran en un estado de completa insensibilidad? Pues así me siento yo en éstos días. Éste mes de Julio ha sido matador y, para más inri, ha terminado de la peor de las formas. Una persona importante podría estar desapareciendo de mi vida y no tiene pinta de que las cosas vayan a mejorar a corto plazo. ¿Y todo por qué? Por un problema de comprensión, cabezonería y tontería mutua. Así es, ambos estamos bonitos con el tema.

Lo que yo pensaba que había sido un simple roce terminó siendo, al menos para ella, el mayor de los fallos. Y todo porque yo estaba agobiado y necesitaba desconectar de todo. No sabía que esa persona necesitaba mi ayuda. Si me lo hubiese dicho, habría estado ahí aún sintiéndome como la mierda. Pero no sé, parece que todo el mundo ha hecho un curso de Adivinanza y Telepatía del que no me he enterado y piensan que soy capaz de leer las mentes. ¡Ay, Asperger! ¿Por qué tienes que complicarlo todo a veces? Parece ser que es más fácil ser un hipócrita social que una verdadera persona. Pero yo, por mi parte, soy incapaz de semejante herejía.

lunes, 27 de julio de 2015

La Crítica del Mes (Julio 2015): ¿Diversidad? Mejor llámalo racismo

Éste es un tema que, si bien no es para nada nuevo, es en éstos años en los que vivimos cuando está resultando mucho más evidente y molesto. Es ya conocido por todos que ésta es la era de los superhéroes fuera de su medio habitual. Es decir, que hoy día venden muchísimo más películas y series basadas en cómics que los propios cómics en sí hasta tal punto que son los productos audiovisuales los que condicionan a los cómics y no al revés, como debería ser. Sin embargo, hoy les escribo éstas líneas para denunciar otro aspecto tanto de éste tipo de películas y series como otras basadas en otros medios. A ver, señores de Hollywood, ¿por qué esa manía de encasquetar a gente negra para papeles en los que claramente es totalmente incoherente que los interprete gente blanca?

Nota: Antes de que la comunidad de Internet empiece a poner el grito en el cielo y empiecen a despellejarme a base de decir que soy racista o cualquier pollada de ésas: No estoy diciendo que esté en contra de que hayan personajes negros en las películas, ni que son peores actores que los blancos ni nada que sus imaginaciones calenturientas y ávidas de corrección política puedan engendrar. Dicho ésto, empiezo a explicar mis razones para no apoyar semejante estratagema de márketing barato.

En serio, ¿qué razón de ser tiene? Estoy de acuerdo en que hay buenos actores negros como Idris Elba o Will Smith, pero eso no justifica el hecho de que cambien el género de un personaje porque sí. Además, ésto hace que todo el tema de lo políticamente correcto me toque los cojones. Alguno me saltará con "así los integramos" o cualquier mierda que intenta sonar bonito pero que encierra más racismo que los cánticos de odio del Ku Klux Klan. ¿Saben el nombre que éste tipo de movimientos o acciones recibe? Discriminación positiva. Puede que les suene bonito, es el efecto que se intenta conseguir normalmente con los eufemismos, pero sigue siendo RACISMO puro y duro. Y se preguntarán que por qué soy tan duro con éstos actores, que sólo intentan ganarse la vida con su trabajo. No los culpo a ellos, no tienen obligación de rechazar un papel para contentar a los fans de un medio que no es el suyo. Culpo a las productoras y demás cucarachas del sector audiovisual de querer dar una imagen que no tienen y que no saben dar. Ellos no ponen a un actor negro en el papel de un blanco porque piensen que es mejor actor, o porque eso vaya a darle un nuevo matiz a la historia, no. Lo hacen para llamar la atención, para recibir atención de los medios, para poder decirse a ellos mismos "hemos contratado a un negrito, qué moderno y cosmopolita soy". Les importa una mierda que el actor lo haga bien y lo saben. Lo saben muy bien.

Además, ésos cambios no tienen sentido alguno. ¿O alguien va a pretender explicarme a mí, que sé de éstos temas, que da igual que Heimdall, dios nórdico allí donde los haya, y la Antorcha Humana, un neoyorquino venido de una familia americana con fuertes raíces episcopalianas (y que eso es en parte lo que hace al personaje ser cómo es), sean negros en las películas porque "la raza no importa"? Y no se piensen que es porque conviertan a personajes en negros, no se equivoquen. Me jodería también que Pantera Negra, un personaje africano y, por tanto, negro, fuera blanco en las películas o que Lobezno fuera peruano en nombre de la diversidad. Estoy de acuerdo en que hay que diferenciar, que las películas no pueden ser igual que los cómics, que son públicos diferentes, pero hay cosas que no puedes cambiar de un personaje. No porque sea intocable, no porque lo diga yo, sino por lógica y por cómo está construido un personaje. ¿Se imaginan lo que pasaría si yo hiciese un cómic sobre la película 12 Años de Esclavitud y sólo porque me sale de mi gordo y peludo pollote pongo a los esclavos blancos y a los malos los pongo negros? ¿Que la peli no tendría ningún sentido, verdad? ¿Que me llamarían de todo por atreverme a hacer semejante abominación y que la historia no tiene ni pies ni cabeza? Pues eso es lo que siento cada vez que una película cae en la modita de cambiar de raza o de género a un personaje.

Señores productores, dejen de buscar el golpe de efecto fácil. Si de verdad les interesa reflejar diversidad en sus películas, creen a personajes nuevos. En el caso de las películas y series superheróicas, tienen muchos personajes negros donde elegir: Luke Cage, Relámpago Negro, John Stewart, Capitán Marvel II, Cyborg, Mancha Solar, Bishop, Tormenta, Capa... Y esos por citar a algunos de los que conozco, seguro que hay más. Háganse un favor y corten ya con ésta mierda. Lo único que hace es dejarles con el culo al aire. Ustedes no tienen ni puta idea de lo que es la diversidad. Bueno, sí: La diversidad de los billetes de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100 dólares. Una pena que por unos papelitos desvelen su verdadera naturaleza: el odio al diferente.