lunes, 29 de diciembre de 2014

Mi Top 5 de... Personajes de X-Men

Como ávido lector de cómics que soy, raro sería que no conociera a los mutantes de Marvel. De hecho, raro es que alguien no los conozca en mayor o menor medida, gracias a las películas en las que se les ha dado protagonismo. No obstante, yo los descubrí gracias a una colección llamada Astonishing X-Men. Más concretamente, en la corta estancia que tuvo el gran Warren Ellis en los guiones (desde el número 25 hasta el 35, más una miniserie llamada Xenogénesis y un par de números más relacionados con su etapa), lo que me hizo enamorarme de éste universo y todo lo que puede ofrecer. Fue ahí cuando los X-Men despertaron en mí como una de las lecturas más entretenidas y, en cierto modo, filosóficas que haya tenido nunca. A pesar de que ha sufrido grandes altibajos durante todos los 50 y pocos años que llevan de vida (y ahora mismo se encuentra en un momento bastante malo, la verdad), ésta franquicia ha dado un sinfín de personajes que siempre quedarán en el recuerdo y/o el olvido de los lectores. Hoy voy a hablar de los del primer tipo, los que a mí por A o por B han hecho que me enamore de ellos y me haga sentir bien cada vez que leo un cómic relacionado con ellos. Sin más dilación, les presento los personajes que más me han encandlado hasta ahora del universo X-Men:

martes, 23 de diciembre de 2014

La Crítica del Mes (Diciembre 2014): ¿Ley? ¿Propiedad? Y sobre todo... ¿Intelectual?

Todos sabemos que desde que el Partido Popular tomó las riendas del gobierno gracias a la mayoría absoluta que le concedió un pueblo ignorante que no sabe que hay más opciones que el PPSOE, éste se ha dedicado a robar y malversar como si no hubiese mañana. Además, cabe destacar de que para ello (o en consecuencia de ello, según cómo se mire) han creado leyes a cada cual más absurda y retrógrada, como si estuviesen intentando viajar atrás en el tiempo a una época pretérita en la que España era dirigida por un general monórquido venido a menos con valores que ya para su época eran anticuados. Podemos (y por favor, ahorrense los chistecitos) coger de ejemplo los recortes económicos que se han aplicado a Sanidad y a Educación o la Ley de Seguridad Ciudadana recientemente aprobada y de la que hablé en ésta misma sección el año pasado, cuando era un simple anteproyecto de ley, por no hablar de la afortunadamente fallida Ley Antiaborto promulgada por el ex-ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. Hoy voy a hablar de un tema que si bien no tiene un alcance tan humano como los otros, es un total atentado a las libertades de los ciudadanos tanto o más que las demás. Hablo, cómo no, de la cacareada y siempre malinterpretada "Propiedad Intelectual".

Supongo que la mayoría ya estará al tanto del asunto, pero por si acaso les pondré al día. Ésta reforma de ley que entrará en vigencia a principios del próximo año 2015 se puede definir en unas pocas líneas: El Gobierno podrá cerrar páginas "que ofrezcan listados ordenados y clasificados de enlaces" sin necesidad de orden judicial o imponer multas de hasta 600.000 euros a los dueños de las mismas, cobrar por compartir noticias en internet de ciertos diarios españoles (concretamente, todos los miembros de la Asociacion de Editores de Diarios Españoles) y cobrarles a la Universidades por usar materiales con licencia Creative Commons en sus campus virtuales, lo que derivará en un importante encarecimiento de las tasas universitarias. A pesar de que tiene muchas más aplicaciones nefastas, éstos son los puntos clave que más afectarán a los ciudadanos y, en consecuencia, al país. ¿Y quién aprobó ésto? ¿El pueblo español? Me parece que no, pues en el Congreso todos los 144 votos a favor de semejante reforma eran pertenecientes a los diputados del PP. ¿Democracia? ¿Dónde?

Empecemos, pues, con el meollo de la cuestión. Volvemos otra vez con las mismas mierdas: Gente que ni siquiera sabe lo que es un enlace quiere controlar el internet. Quieren coartar la libertad de expresión y la libertad de los internautas de compartir su propio contenido. Quieren limitar nuestro acceso a la cultura según nuestros medios financieros (más todavía) y quieren cobrar por todo. Sin embargo, el tiro les va a salir por la culata al igual que ha pasado con muchas otras leyes que han intentado restringir Internet (Véase SOPA, ACTA, PIPA y la Ley Sinde, como ejemplos más recientes). ¿Y por qué? Porque estos señores, la mayoría mayores de 45 años que no sabe ni lo que es una URL, no son capaces de ver que no sólo Internet buscará la forma de burlar los impedimentos que el gobierno ha impuesto (como el hecho de que CEDRO, la nueva entidad protectora de la "Propiedad Intelectual" cobre a los demás por compartir tus contenidos aunque tú no quieras y uses licencias sin ánimo de lucro), sino que va a provocar que las empresas internacionales que sí manejan Internet completamente cierren sus puertas, se muden a otros países o siquiera se planteen abrir en España. Será uno de los pocos países desarrollados, por no decir el único, que se va a quedar completamente aislado de Internet. Ya hemos vivido situaciones similares antes y hemos salido de ellas. Internet moverá sus hilos y hará que éstos zingüangos deshagan todo el mal que han hecho y se traguen sus palabras.

Para explicar el título de ésta crítica, voy a desglosar una a una las partes que lo componen:
  • ¿Ley?: Según la RAE, la ley es un "Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados". Entonces me pregunto: ¿Es acaso justa esta reforma y, por tanto, ésta "ley"? ¿Hace siquiera algún bien a los gobernados? ¿Importa acaso al Gobierno el bien de su pueblo?
  • ¿Propiedad?: Los contenidos que supuestamente intenta proteger de la "piratería" no son suyos siquiera. Además, normalmente los únicos que suelen estar de acuerdo con éste tipo de medidas son las asociaciones de Derechos de Autor chupópteras como la SGAE (sí, esos que querían cobrar a las peluquerías por poner música en la radio) y un par de cantantes allegados a éstas asociaciones. ¿Pretenden, entonces, proteger de verdad las creaciones artísticas de los autores o simplemente buscan formas de limitar el acceso al arte y la cultura mediante el miedo con multas astronómicas?
  • ¿Intelectual?: ¿De verdad es inteligente espantar a las empresas que favorecen la ya maltrecha economía española (a causa de los mismos que hacen ésta ley, nada más y nada menos) estableciendo sedes y haciendo negocios en suelo patrio? Es más, y quitando el hecho de que no entienden un carajo de tecnología e internet, ¿hay alguno de ustedes, señores del PP, que tenga verdadera visión de futuro? Si hay algo que no se puede decir de ustedes, es que son inteligentes.
Para concluir, me gustaría mandar un mensaje. Señores políticos españoles: Ni siquiera saben robar bien, ¿por qué coño meten las manos donde no saben? Ni siquiera voy a poner el ejemplo de Holanda y su Ley de Neutralidad en la Red porque ya está bastante claro que ustedes no miran por el bien del pueblo. Vuelvan a sus asilos a hacer cosas de viejos fachas (qué sé yo, añorar los viejos tiempos en los que fusilaban a los de izquierdas al grito de "Rojos mariquitas judeo-masones", pegarle a sus mujeres porque la sopa estaba fría, manipular la mente de sus hijos haciéndoles creer que son mejores que nadie mediante la continua concesión de caprichos y lujos que no se han ganado...) y déjense de romper lo que ya está roto. Antes de legislar sobre un tema en concreto, aprendan de lo que van a hablar. Yo diría más: Terminen los estudios más que sea, pues me juego los pelos de la nariz a que más de uno no terminó la secundaria y están ahí metidos por enchufe. Créanme, al menos sabrían qué coño están haciendo.

Pues ésto ha sido todo por este mes. Les invito a debatir, ya sea en la caja de comentarios o en Facebook (Incluso Twitter, si me apuras) sobre éste tema. A principios del próximo año tendrán la Crítica del Año 2014, con todas las mierdas que recuerdo del mismo. Hasta entonces, les ruego disfruten de lo ya hecho.

¡Hasta la próxima!

lunes, 22 de diciembre de 2014

The Voice Of Lyrics Nº 31: Preguntas en el aire

Hoy, no sé por qué, me siento nervioso y, además, angustiado. Puede que sea el hecho de que finalmente salí un día que iba a estar dedicado completamente a mi descanso personal tras varios días locos fuera de mi casa. Puede que sea porque he confirmado uno de mis mayores temores que creí que no eran ciertos durante el resto de éste año, y es que he perdido un par de facultades y habilidades importantes que antes tenía más que entrenadas. Puede que sea porque no me siento del todo feliz en la carrera que me encuentro ahora estudiando y quisiera poder pasar más tiempo leyendo y escribiendo para así poder sacar el guionista de cómics que llevo dentro. Las dudas me rodean y hoy me hacen sentir inseguro, impotente, pequeño. ¿Alguna vez he llegado a ser la persona que creo ser, o todo ha sido una simple mascarada de mi subconsciente? ¿Soy una persona que puede aportar algo nuevo, algo más al mundo o soy sólo una maldita hormiga más? ¿Es normal que, de buenas a primera, me entre una crisis así? No tengo ni idea, y por eso hoy quiero escribirle al mundo, en busca del consuelo que me ha ofrecido la escritura desde que tengo uso de razón. En serio, no sé qué haría sin ella.

19 años. 19 navidades de las que he sido testigo, ya sea activo o pasivo. ¿Es cierto acaso eso de que tiempos pretéritos siempre fueron mejores? Yo diría que no y me atrevería a afirmar que en éstas navidades soy mejor persona de la que lo fui en el 2013, pero no estoy seguro. Cuando era pequeño, esperaba éstas fechas con nerviosismo, ilusión y cariño, pues podía ver reunida a toda mi familia, tanto materna como paterna, durante éstas fechas. Ahora, sin embargo, y quitando el fallecimiento de mi abuela que tuvo lugar éste mismo año (Ninita, desde aquí te mando un grandísimo abrazo), las familias están distintas, más  cambiadas, diferentes... Y rotas en algunos casos. ¿De verdad ha cambiado todo durante estos años, o simplemente estoy viendo las cosas como siempre fueron? ¿Es el hecho de crecer y madurar lo que hace que el mundo se vuelva más sucio y oscuro? Además, creo que me estoy atontando, embotando, como si mi inteligencia, antaño grande, estuviera siendo moldeada y recortada por terceras manos. ¿Es el sistema, con su método de manipulación de masas mediante el martilleo constante y el agotamiento de la psique humana, o soy yo que, al pasar de los años, me insensibilizo con respecto a los problemas del mundo y, por tanto, pierdo el interés por ellos? ¿Está mi potencial siendo desperdiciado o es que nunca lo tuve? Otra cosa que bien puede preocuparme es el amor. No se equivoquen, no me preocupa la falta de él, sino que, cuando de verdad me fijo en alguien, no sé qué hacer, y parece que todo lo que hago sale mal. De hecho, siempre he sido una persona que ha fallado en que no ha sabido actuar y que o se pasa o se queda corta. Ahora que estoy empezando a descubrir a una persona que me llama mucho la atención. ¿La cagaré si se lo digo? ¿Influirá el hecho de que tiene novio? ¿Tengo siquiera alguna posibilidad? Si el mundo me está mandando señales, que las diga más claro, pues no tengo ni puta idea de qué mierda está diciéndome.

Bueno, lo que quiero decir con toda ésta marabunta de preguntas y dudas internas escritas ahí es que Forelli aquí presente necesita reflexionar. Intentar buscar un camino para dirigir su vida y no para que se la dirijan. Intentar perfeccionar esas habilidades que ahora se me dan bien y volver a reforzar aquellas que han mermado por su desuso. Tomar las cosas con más calma e ir poco a poco. Sencilla y llanamente, tengo que volver a poner las cosas en su sitio, y espero que en 2015, con 20 años de existencia, pueda llevar un poco mejor éste caos autodestructivo que es la vida.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Entradillas Forellianas Nº 25: Y otro año más llega a su fin

Hoy ha sido mi último día de clase del año. Y la verdad, debería estar alegre. Ya saben, ya no tengo clase, llega la Navidad, tiempos de estar con la familia... Y no se confundan, no voy a decir nada sobre la Navidad y lo que en realidad es (creo que ya todos sabemos suficiente sobre eso). Lo que de verdad me inquieta (que no me hace infeliz ni mucho menos, pero me inquieta) es mi futuro. ¿Terminaré ésta carrera? No estoy seguro, pero no es lo que yo de verdad me esperaba, además de que no me está ayudando en nada para mi verdadera vocación, que es la escritura. Además, me estoy encontrando con algunos escollos que podrían truncar mi estancia en la carrera. Para no marearles con palabrería, les digo que en el caso de suspender alguna en Julio y/o que no me concedan beca este año, me veré obligado a dejarlo. Si, me gustaría terminarla, pero no lo lamentaré en caso de no hacerlo. Es más, creo que me sentaría bien para poder centrarme en Pandeimos y empezar a escribir y producir bien de una puta vez.

Éste blog está siendo testigo de cómo los estudios me impiden (y seguirán impidiendo incluso en vacaciones, pues toca estudiar para los exámenes) escribir más a menudo en él. Sin embargo, no tienen por qué preocuparse: Pronto les traeré la Crítica de Diciembre y, para cerrar el ciclo, la Crítica del Año 2014. ¿Cómo será este año en comparación con el pasado? Sólo la magia de la escritura sabe... Sin embargo, quiero pedir de nuevo disculpas por no poder traerles todo el material que quisiera y que, además, la gente ya no tiene tiempo para pararse a leer el blog (se nota bastante en las visitas de las entradas nuevas, aunque agradezco de corazón a esos 20 que siempre me leen). Ésto no va a impedir que siga escribiendo, pero sólo pido mucha paciencia y que, siempre que tenga un hueco, volverán a ver una de ésas entradas tan llenas de crítica, pasíon y verdad que tanto me gusta hacer y también nuevos programas de radio (gracias, Jacobo, por darme a mostrar que hay gente a la que le mola Radio Forellia). Esperemos que 2015 sea un año más productivo. Y si no, ¡que le den! ¡Alegría p'a todos, que la vida son dos días!

viernes, 12 de diciembre de 2014

The Voice Of Lyrics Nº 30: Que le den al puto Carpe Diem

Hoy quiero escribir... Quiero, pero me siento incapaz, por algún motivo. Me he escapado de clase con dolor de cabeza y sensación de estrés. Por algún motivo empezaba a sentirme mal, solo, agobiado, cómo si estuviese encerrado en una caja que poco a poco se hacía más pequeña y me aprisionaba en una suerte de ataúd digno de los mejores relatos de emparedamiento de Edgar Allan Poe. Necesitaba salir y respirar el aire que, aunque viciado y lleno de toda la oscuridad y antipatía que puede cargar el ambiente en una pequeña ciudad como Las Palmas, necesitaba y ansiaba tanto mi cuerpo. Ya sentado en la plaza, quiero escribir... Quiero, pero no puedo.

Mi creatividad llora en una esquina, herida, desconsolada, destrozada. Desde que empecé a estudiar la carrera, lleva siendo apaleada día a día por la rutina, el sistema y el transporte. Intento estar un ratito con ella en cuánto puedo, visitarla, cuidarla para que no se sienta sola y se recupere, pero es imposible cuando tengo que estar concentrado en otras cosas obligatoriamente... Me parte el alma como un camión parte los huesos de una rata cuando la aplasta, pero... ¿Puedo hacer algo? Espero poder hacerlo, pero no sé... 

No obstante, creo que no todo se debe a factores externos. Mi obsesión con hacer las historias perfectas, bien atadas, cerradas y sujetas hacen que me coma mucho la cabeza, incumplendo con el pilar más esencial para la escritura creativa: Pasarlo bien y disfrutar mientras creas esos mundos, personajes, historias... La verdad es que sí, el estar ocupado cuenta, pero yo también debería aprender a parar un poco el pie, detenerme, relajarme y disfrutar del momento. Que le den por culo al puto Carpe Diem, la vida no puede ser vivida si vas corriendo por ella como una loca que cree que puede volar por ponerse una compresa con alas. Hay que ir tranquilito, dejar que todo fluya y procurar ser mejor persona cada día. Y la verdad es que debería recordarlo y llevarlo a cabo, aunque el sistema haga todo lo que está en su pútrida, corrupta y quebradiza mano para impedirlo.

En definitiva, que aquí sentado, rodeado de la relativa paz que me puede ofrecer el centro de una capital metropolitana, miro apesadumbrado hacia alrededor y sigo mi camino de vuelta a la Universidad, ese sitio responsable del deplorable estado de salud de mi creatividad. Hijos míos, espero terminarlos algún día. Con alguno que otro he avanzado, pero en general los tengo abandonadillos. Tengan paciencia.

Pues eso, que le den al puto Carpe Diem de la polla. Y de paso, a Bécquer. Sí, me meto con él por la puta cara, pero lo odio. No más que a Rob Liefeld, pero casi. Que le den y mucho.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Mi Top 5 de... Series animadas

Pues voy a aprovechar que hoy me estoy tomando un respiro para proseguir y partirme los cuernos en éstas dos últimas semanas de clase para llevar a cabo una nueva idea que me ha estado rondando la cabeza. Si bien es cierto que tengo una sección en la que hablo sobre qué me parece tal o cual personaje u otra para analizar obras determinadas con detenimiento, me he dado cuenta de que no tengo una en la que pueda comparar cosas que me parezcan mejor o peor o, simplemente, dar a conocer mi opinión al mundo de una forma más general y menos condensada. Para empezar con ésto, he decidido hablar de un tema que, si bien se ha puesto de moda debido a la sobreexplotación de publicidad y merchandising que ha sufrido Hora de Aventuras mayoritariamente y otras series con la misma formula en menor grado, ha suscitado en mí un interés curioso: Las series de animación. Creo que todos en nuestra infancia hemos disfrutado de ellas y que luego, por A o por B, terminamos disfrutando algunas siendo mayores igual o incluso más que cuando éramos pequeños. Y como yo soy uno de ellos (y puede que muchos de los que se encuentran entre el público también) me gustaría compartir mis series favoritas con ustedes:

martes, 2 de diciembre de 2014

Entradillas Forellianas Nº 24: Recuerdos del pasado

Hoy me dirigía a Gáldar en guagua, como todos los días de lunes a jueves desde que empecé la Universidad. Como casi siempre, saqué de mi mochila Choque de Reyes, el segundo libro de la saga de Canción de Hielo y Fuego (o Juego de Tronos para los que sean más seriéfilos) y me dispuse a leer. Llegando a la altura de Guía, terminé el capítulo que me estaba leyendo y guardé el libro. Entonces, por algún motivo que desconozco, me acordé de Carolina. ¿Que quién es Carolina? No es ninguna novia nueva o nada por el estilo (Es más, llevo soltero un buen tiempo). Esa mujer fue ni más ni menos que mi profesora de inglés durante 2º de ESO. ¿Y cómo puede ser que me acordara de ella y no de otra profesora cualquiera? Pues, a decir verdad, no tengo ni puta idea, pero si es cierto que le guardo mucho cariño. La verdad, es que siempre le caí bien. No exageraría si afirmase que era el mejor alumno de inglés de la clase, pero la verdad es que no creo que lo fuese. Sin embargo, creo que ella pensaba así y siempre hubo buen rollo entre nosotros dos.

 Es más, recuerdo que ese año teníamos un libro de lectura que mandó que nos repasaramos un poco para cuando volviéramos a las clases. No creo que llegara a leerlo entero, pero sí es cierto que algo miré. Justo cuando volvimos de vacaciones, la señorita se dispuso a preguntar a toda la clase sobre qué había pasado en la historia hasta el momento. Como fui el único de que contestó (y varias veces), decretó ahí mismo que ya de por sí tenía un 10 en el examen del libro, sacara la nota que sacara en el examen realmente. Llegué incluso a cenar con ella dos veces: una en la entrega de premios del Certamen Literario de Global (Pues por cuestiones especiales que aquí no caben tuve que ir con dos profesores y dos familiares, y ella fue una de las asistentes) y otra al final de ese año lectivo en la cena que se organizó por el Premio al Mejor Expediente (Esos alumnos que obtienen más de un 90 al sumar las notas de todas las asignaturas). La verdad es que era joven, simpática y bastante guapa. Desde que pasé a 3º de ESO no he vuelto a saber de ella y, por cosas de la vida, la recuerdo 5-6 años después. La verdad es que me gustaría verla y ver qué ha sido de su vida... Y quien sabe qué más cae...