En aquella época la gente había dejado de comprar cómics porque habían perdido su magia. En aquella época vino una generación de artistas cuanto menos polémicos. Hubo algunos regulares como Jim Lee y Whilce Portacio, otros excelentes como Adam Kubert, John Romita Jr y Todd McFarlane, algunos bastante malos... Pero nadie más apestoso y polémico que Robert "Rob" Liefeld.
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Sólo hay que ver la cara de retrasado que tiene... |
Entró al negocio en 1988 con una serie limitada de Halcón y Paloma para DC Cómics. Ya por entonces empezó a dar problemas. Poco después dibujaría un Annual en Amazing Spider-Man. En 1989 empieza a dibujar la serie Nuevos Mutantes en su número 86 junto a la guionista Wezzie Simonson. Éste dúo no se llevaba nada bien, pues la escritora quería que su serie fuese sobre unos chicos mutantes que luchaban contra el malo de turno y volvían a la mansión, con una idea de inocencia propia de muchachos de esa edad. Liefeld no, él quería que los chicos madurarar y se convirtieran en una patrulla de asalto sanguinaria, en orden a la moda de aquella época de oscurecer hasta límites insospechados a sus figuras más icónicas. Entre las fuertes discusiones entre ellos dos y el director de la serie no conseguía pararle los pies, Simonson acabó abandonando la serie en su número 98.
En unos pocos números podemos ver que su intención es hacer una especie mezcla de película barata de acción y un manga de esos mierdosos postapocalípticos: Tías con un buen par de tetas, tíos hipermusculados (muchísimo más de lo normal en el medio), explosiones, armas del tamaño de coches... Incluso un cambio totalmente gratuito de nombre a X-Force. Sin embargo, vale más una imagen que mil palabras, por lo que voy a ponerles unas imágenes de dicha serie (y de paso, el resto del Special) tras el salto: