¿No se han sentido aguna vez tan destrozados física y mentalmente hasta llegar al punto de que entran en un estado de completa insensibilidad? Pues así me siento yo en éstos días. Éste mes de Julio ha sido matador y, para más inri, ha terminado de la peor de las formas. Una persona importante podría estar desapareciendo de mi vida y no tiene pinta de que las cosas vayan a mejorar a corto plazo. ¿Y todo por qué? Por un problema de comprensión, cabezonería y tontería mutua. Así es, ambos estamos bonitos con el tema.
Lo que yo pensaba que había sido un simple roce terminó siendo, al menos para ella, el mayor de los fallos. Y todo porque yo estaba agobiado y necesitaba desconectar de todo. No sabía que esa persona necesitaba mi ayuda. Si me lo hubiese dicho, habría estado ahí aún sintiéndome como la mierda. Pero no sé, parece que todo el mundo ha hecho un curso de Adivinanza y Telepatía del que no me he enterado y piensan que soy capaz de leer las mentes. ¡Ay, Asperger! ¿Por qué tienes que complicarlo todo a veces? Parece ser que es más fácil ser un hipócrita social que una verdadera persona. Pero yo, por mi parte, soy incapaz de semejante herejía.
Bienvenido seas, querido lector. Mientras que la vida y la gente no aportan más que ruido y problemas, aquí encontrarás un rincón donde pensar, meditar y reflexionar. Disfruta de tu estancia en mi pequeño reino.
Música, mi colega
miércoles, 29 de julio de 2015
lunes, 27 de julio de 2015
La Crítica del Mes (Julio 2015): ¿Diversidad? Mejor llámalo racismo
Éste es un tema que, si bien no es para nada nuevo, es en éstos años en los que vivimos cuando está resultando mucho más evidente y molesto. Es ya conocido por todos que ésta es la era de los superhéroes fuera de su medio habitual. Es decir, que hoy día venden muchísimo más películas y series basadas en cómics que los propios cómics en sí hasta tal punto que son los productos audiovisuales los que condicionan a los cómics y no al revés, como debería ser. Sin embargo, hoy les escribo éstas líneas para denunciar otro aspecto tanto de éste tipo de películas y series como otras basadas en otros medios. A ver, señores de Hollywood, ¿por qué esa manía de encasquetar a gente negra para papeles en los que claramente es totalmente incoherente que los interprete gente blanca?
Nota: Antes de que la comunidad de Internet empiece a poner el grito en el cielo y empiecen a despellejarme a base de decir que soy racista o cualquier pollada de ésas: No estoy diciendo que esté en contra de que hayan personajes negros en las películas, ni que son peores actores que los blancos ni nada que sus imaginaciones calenturientas y ávidas de corrección política puedan engendrar. Dicho ésto, empiezo a explicar mis razones para no apoyar semejante estratagema de márketing barato.
En serio, ¿qué razón de ser tiene? Estoy de acuerdo en que hay buenos actores negros como Idris Elba o Will Smith, pero eso no justifica el hecho de que cambien el género de un personaje porque sí. Además, ésto hace que todo el tema de lo políticamente correcto me toque los cojones. Alguno me saltará con "así los integramos" o cualquier mierda que intenta sonar bonito pero que encierra más racismo que los cánticos de odio del Ku Klux Klan. ¿Saben el nombre que éste tipo de movimientos o acciones recibe? Discriminación positiva. Puede que les suene bonito, es el efecto que se intenta conseguir normalmente con los eufemismos, pero sigue siendo RACISMO puro y duro. Y se preguntarán que por qué soy tan duro con éstos actores, que sólo intentan ganarse la vida con su trabajo. No los culpo a ellos, no tienen obligación de rechazar un papel para contentar a los fans de un medio que no es el suyo. Culpo a las productoras y demás cucarachas del sector audiovisual de querer dar una imagen que no tienen y que no saben dar. Ellos no ponen a un actor negro en el papel de un blanco porque piensen que es mejor actor, o porque eso vaya a darle un nuevo matiz a la historia, no. Lo hacen para llamar la atención, para recibir atención de los medios, para poder decirse a ellos mismos "hemos contratado a un negrito, qué moderno y cosmopolita soy". Les importa una mierda que el actor lo haga bien y lo saben. Lo saben muy bien.
Además, ésos cambios no tienen sentido alguno. ¿O alguien va a pretender explicarme a mí, que sé de éstos temas, que da igual que Heimdall, dios nórdico allí donde los haya, y la Antorcha Humana, un neoyorquino venido de una familia americana con fuertes raíces episcopalianas (y que eso es en parte lo que hace al personaje ser cómo es), sean negros en las películas porque "la raza no importa"? Y no se piensen que es porque conviertan a personajes en negros, no se equivoquen. Me jodería también que Pantera Negra, un personaje africano y, por tanto, negro, fuera blanco en las películas o que Lobezno fuera peruano en nombre de la diversidad. Estoy de acuerdo en que hay que diferenciar, que las películas no pueden ser igual que los cómics, que son públicos diferentes, pero hay cosas que no puedes cambiar de un personaje. No porque sea intocable, no porque lo diga yo, sino por lógica y por cómo está construido un personaje. ¿Se imaginan lo que pasaría si yo hiciese un cómic sobre la película 12 Años de Esclavitud y sólo porque me sale de mi gordo y peludo pollote pongo a los esclavos blancos y a los malos los pongo negros? ¿Que la peli no tendría ningún sentido, verdad? ¿Que me llamarían de todo por atreverme a hacer semejante abominación y que la historia no tiene ni pies ni cabeza? Pues eso es lo que siento cada vez que una película cae en la modita de cambiar de raza o de género a un personaje.
Señores productores, dejen de buscar el golpe de efecto fácil. Si de verdad les interesa reflejar diversidad en sus películas, creen a personajes nuevos. En el caso de las películas y series superheróicas, tienen muchos personajes negros donde elegir: Luke Cage, Relámpago Negro, John Stewart, Capitán Marvel II, Cyborg, Mancha Solar, Bishop, Tormenta, Capa... Y esos por citar a algunos de los que conozco, seguro que hay más. Háganse un favor y corten ya con ésta mierda. Lo único que hace es dejarles con el culo al aire. Ustedes no tienen ni puta idea de lo que es la diversidad. Bueno, sí: La diversidad de los billetes de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100 dólares. Una pena que por unos papelitos desvelen su verdadera naturaleza: el odio al diferente.
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sábado, 18 de julio de 2015
Momentos Bizarros de mi Vida Nº 11: Rey de los Judíos, por favor
Ha pasado mucho tiempo desde que me pasaba algo de éstas características y yo echaba en falta escribir una de éstas entradas. Entonces, ¿qué otra excusa necesito? El mundo necesita de éste tipo de bastardadas para poder contarlas en ésas fiestas de copas a las que nadie gusta de ir, pero todos van para poder conocer a otros seres humanos que comparten su misma decadencia vital. Hoy les voy a contar la armada que he vivido recientemente, a ver qué conclusiones sacan de ella.
9 de Julio de 2015. Mis compañeros peludos Sánchez, Oropez, Viruru y Rodríguez me habían convocado de forma imprevista a las 7 u 8 de la tarde en la lejana playa de Bocabarranco, a tomar por culo del casco de Gáldar. Los que me conocen se extrañarán, pues saben que un servidor no es muy partícipe de ésa supuesta verdad mundial que es que pasar todo el día asándote como un pollo, bañarte en agua salada y coger un rico cáncer de piel es lo más deseable en verano, pero lo cierto es que de cuando en cuando voy si algún grupo de amigos me dice de ir. Llegué y me senté en donde estaban, dispuesto a hacer el pinga. Un rato después, Rodríguez y Sánchez me invitaron a ir al agua de la playa de arena que estaba más allá de nosotros. Como me habían llamado in extremis no tenía bañador, así que fuí al agua en calzoncillos.
Tras atreverme a bañarme en las congeladas aguas de aquella playa dejada de la mano de Dios y ponernos a jugar cuáles niños de párvulos, me di cuenta de que la cantidad de arena que se me estaba acumulando dentro del calzón era grande, pastosa y alarmante como la caca de un recién nacido. ¿Qué hice, entonces? Me quité el calzoncillo y me bañé en bolas. Ya estaba acostumbrado al frío del agua, eran como las 8 y pico de la tarde y no había absolutamente nadie, por lo que no tenía motivo por el que actuar con vergüenza alguna. Al poco rato nos movimos a la piscina de piedra que había justo enfrente de nuestras cosas. Como salí antes de ponerme el calzoncillo y me había llenado los pies de arena, me moví hasta allí desnudo. Allí me mojé los pies durante un momento y salí para recoger mis cosas. Mientras, un hombre pasaba por encima de nosotros con una cerveza barata en la mano.
De repente, empiezo a oír un murmullo por encima de mi cabeza. Poco a poco, empecé a distinguir que era la voz de un hombre que tenía bastantes problemas para vocalizar. Distinguía frases y palabras sueltas, como "si eres hombre, ven y haz lo mismo mañana" o "desnudo". Me había coscado algo del asunto, pero decidí pasar. En ésto que el tío empieza a coger piedras (y no pequeñas, precisamente) y a tirarlas. Ésto no supondría un problema de no ser porque el tipo estaba en una posición mucho más alta que la nuestra, haciendo que las piedras cayeran a una velocidad considerable. Por ello empecé a cabrearme y a gritarle que nos dejara en paz, que se fuera por su camino. El tío no nos dejaba marcharnos, seguía tirándonos piedras, amenazándonos, soltando perogrulladas por la boca. Me puse nervioso no porque me dijera o hiciera nada a mí (no me importa), sino porque mis amigos no debían culpa de nada.
Tras minutos que me parecieron eternos, el tipo se largó. Nos vestimos, respiramos un poco, hicimos un par de bromas y nos fuimos de la playa... O al menos esa era nuestra intención. No se pueden imaginar cuál fue mi cara de sorpresa y mi sentimiento de asco cuando ése hombre, borracho al nivel de no poder hablar con demasiada claridad y tambalearse ligeramente al caminar, estaba conduciendo un coche. Efectivamente, acaban de leer que un borracho estaba CONDUCIENDO UN COCHE. Y no solo eso, sino que llevaba a su mujer al lado y a un niño de no más de 6-8 años detrás. Nosotros tratamos de pasar de él, pero nos vió. Pegó un frenazo, el niño se comió el reposacabezas del asiento del conductor. Empezó a preguntarnos que de dónde éramos cada uno. Mis amigos empezaron a contestarles mientras él salía del coche, navaja en mano. Mientras caminaba hacia mí, me preguntó que de dónde era. ¿Mi respuesta? "A usted qué coño le importa".
Mis amigos estaban pasando miedo (o al menos algunos de ellos). Yo estaba aguantándome las ganas de soltarle un viaje al padre del año. Tras un par de minutos de improperios, de "Éste no es tu barrio", de "Yo a éste lo mato hoy" y de "Encima la tienes chica" (lo que me hace dudar de que éste señor nunca se ha bañado en agua fría y que le hacía bastante falta en ése momento), los dueños del bar que teníamos justo detrás (Aquí y ahora, creo que se llamaba) salieron a ver qué pasaba y a intentar apaciguar al "caballero". Su mujer salió del coche, llorando, rogándole con voz débil: "Rey de los Judíos, por favor" (no desvelaré su nombre, Gáldar está llena de correveidiles y prefiero ahorrarme problemas). Tres personas que nos dijeron que no le hiciéramos caso y que nos marcháramos. Tres personas, mucha más atención de la que se merecía alguien como él.
Cuando viré la cabeza una vez más, la escena que componían tanto el hombre pegando navajazos circulares al aire como aquellas tres personas intentando apaciguarle era, cuánto menos, patética. Pensar que ésa persona estaba poniendo a su familia en peligro sólo porque yo estaba haciendo el pinga (y nunca mejor dicho) sin molestar a nadie... Me da que pensar sobre el tipo de personas que hay sueltas por el mundo. Porque vale, aquella no era una playa nudista, eso lo entiendo. Por eso aproveché que no había nadie para limpiar el bañador y bañarme desnudo. Y si alguno me ve, pues no tengo problema en que me diga "oye, que éso no se puede hacer aquí", explicarle lo sucedido y llegar a un entendimiento. Pero eso de farfullar como un perro, tirar piedras aprovechando una ventaja táctica y luego hacerse el chulito con una picona, todo ésto estando ebrio... Da bastante vergüenza.
Pero bueno, mi vida no sería mi vida si no pasasen éstas aleatoriedades cada poco tiempo. Y quién sabe, quizás pronto tenga más Momentos Bizarros que contar. Hasta entonces, seguiré reflexionando sobre quiénes sómos y cómo a veces involucionamos en vez de evolucionar.
9 de Julio de 2015. Mis compañeros peludos Sánchez, Oropez, Viruru y Rodríguez me habían convocado de forma imprevista a las 7 u 8 de la tarde en la lejana playa de Bocabarranco, a tomar por culo del casco de Gáldar. Los que me conocen se extrañarán, pues saben que un servidor no es muy partícipe de ésa supuesta verdad mundial que es que pasar todo el día asándote como un pollo, bañarte en agua salada y coger un rico cáncer de piel es lo más deseable en verano, pero lo cierto es que de cuando en cuando voy si algún grupo de amigos me dice de ir. Llegué y me senté en donde estaban, dispuesto a hacer el pinga. Un rato después, Rodríguez y Sánchez me invitaron a ir al agua de la playa de arena que estaba más allá de nosotros. Como me habían llamado in extremis no tenía bañador, así que fuí al agua en calzoncillos.
Tras atreverme a bañarme en las congeladas aguas de aquella playa dejada de la mano de Dios y ponernos a jugar cuáles niños de párvulos, me di cuenta de que la cantidad de arena que se me estaba acumulando dentro del calzón era grande, pastosa y alarmante como la caca de un recién nacido. ¿Qué hice, entonces? Me quité el calzoncillo y me bañé en bolas. Ya estaba acostumbrado al frío del agua, eran como las 8 y pico de la tarde y no había absolutamente nadie, por lo que no tenía motivo por el que actuar con vergüenza alguna. Al poco rato nos movimos a la piscina de piedra que había justo enfrente de nuestras cosas. Como salí antes de ponerme el calzoncillo y me había llenado los pies de arena, me moví hasta allí desnudo. Allí me mojé los pies durante un momento y salí para recoger mis cosas. Mientras, un hombre pasaba por encima de nosotros con una cerveza barata en la mano.
De repente, empiezo a oír un murmullo por encima de mi cabeza. Poco a poco, empecé a distinguir que era la voz de un hombre que tenía bastantes problemas para vocalizar. Distinguía frases y palabras sueltas, como "si eres hombre, ven y haz lo mismo mañana" o "desnudo". Me había coscado algo del asunto, pero decidí pasar. En ésto que el tío empieza a coger piedras (y no pequeñas, precisamente) y a tirarlas. Ésto no supondría un problema de no ser porque el tipo estaba en una posición mucho más alta que la nuestra, haciendo que las piedras cayeran a una velocidad considerable. Por ello empecé a cabrearme y a gritarle que nos dejara en paz, que se fuera por su camino. El tío no nos dejaba marcharnos, seguía tirándonos piedras, amenazándonos, soltando perogrulladas por la boca. Me puse nervioso no porque me dijera o hiciera nada a mí (no me importa), sino porque mis amigos no debían culpa de nada.
Tras minutos que me parecieron eternos, el tipo se largó. Nos vestimos, respiramos un poco, hicimos un par de bromas y nos fuimos de la playa... O al menos esa era nuestra intención. No se pueden imaginar cuál fue mi cara de sorpresa y mi sentimiento de asco cuando ése hombre, borracho al nivel de no poder hablar con demasiada claridad y tambalearse ligeramente al caminar, estaba conduciendo un coche. Efectivamente, acaban de leer que un borracho estaba CONDUCIENDO UN COCHE. Y no solo eso, sino que llevaba a su mujer al lado y a un niño de no más de 6-8 años detrás. Nosotros tratamos de pasar de él, pero nos vió. Pegó un frenazo, el niño se comió el reposacabezas del asiento del conductor. Empezó a preguntarnos que de dónde éramos cada uno. Mis amigos empezaron a contestarles mientras él salía del coche, navaja en mano. Mientras caminaba hacia mí, me preguntó que de dónde era. ¿Mi respuesta? "A usted qué coño le importa".
Mis amigos estaban pasando miedo (o al menos algunos de ellos). Yo estaba aguantándome las ganas de soltarle un viaje al padre del año. Tras un par de minutos de improperios, de "Éste no es tu barrio", de "Yo a éste lo mato hoy" y de "Encima la tienes chica" (lo que me hace dudar de que éste señor nunca se ha bañado en agua fría y que le hacía bastante falta en ése momento), los dueños del bar que teníamos justo detrás (Aquí y ahora, creo que se llamaba) salieron a ver qué pasaba y a intentar apaciguar al "caballero". Su mujer salió del coche, llorando, rogándole con voz débil: "Rey de los Judíos, por favor" (no desvelaré su nombre, Gáldar está llena de correveidiles y prefiero ahorrarme problemas). Tres personas que nos dijeron que no le hiciéramos caso y que nos marcháramos. Tres personas, mucha más atención de la que se merecía alguien como él.
Cuando viré la cabeza una vez más, la escena que componían tanto el hombre pegando navajazos circulares al aire como aquellas tres personas intentando apaciguarle era, cuánto menos, patética. Pensar que ésa persona estaba poniendo a su familia en peligro sólo porque yo estaba haciendo el pinga (y nunca mejor dicho) sin molestar a nadie... Me da que pensar sobre el tipo de personas que hay sueltas por el mundo. Porque vale, aquella no era una playa nudista, eso lo entiendo. Por eso aproveché que no había nadie para limpiar el bañador y bañarme desnudo. Y si alguno me ve, pues no tengo problema en que me diga "oye, que éso no se puede hacer aquí", explicarle lo sucedido y llegar a un entendimiento. Pero eso de farfullar como un perro, tirar piedras aprovechando una ventaja táctica y luego hacerse el chulito con una picona, todo ésto estando ebrio... Da bastante vergüenza.
Pero bueno, mi vida no sería mi vida si no pasasen éstas aleatoriedades cada poco tiempo. Y quién sabe, quizás pronto tenga más Momentos Bizarros que contar. Hasta entonces, seguiré reflexionando sobre quiénes sómos y cómo a veces involucionamos en vez de evolucionar.
viernes, 3 de julio de 2015
Mi Top 5 de... Villanos de cómic favoritos
Hay un dicho popular que reza que la calidad de una historia se mide por el villano de la misma (es decir, cuanto mejor sea el villano mejor es la historia). Sin ir más lejos, las películas de terror quedan grabadas en la memoria colectiva por los monstruos que se dedican a perseguir y matar a los protagonistas durante toda la cinta: Jason Vorhees, Freddy Krueger, la vieja de Arrástrame al Infierno... A lo largo de los años que llevo como ferviente lector de cómics, he encontrado varios ejemplos de que muchas veces los villanos te acaban enamorando más que los héroes. Como excusa para volver a escribir para éste blog y como muestra de mi recién adquirida libertad veraniega, hoy voy a compartir con ustedes cuáles son los cinco villanos que me han encandilado más que ningún otro
5. Conquest. Éste escalofriante personaje aparece poco después de un importante evento acaecido en Invencible del que dicho universo aún no se había recuperado siquiera. Éste personaje con cara de dictador soviético era el peso pesado del Imperio Viltrumita, un guerrero cuyo único objetivo en la vida era una buena pelea. Su aparición en la serie no fue demasiado larga, pero sí es cierto que supuso un terrible dolor de cabeza para Mark Grayson, el protagonista de la serie. Nunca un personaje me había dado tanto miedo hasta el momento en el que éste hombre hizo su aparición y gracias a él supe que las luchas en los cómics servían perfectamente sin necesidad de abusar de las líneas cinéticas, los eternos monólogos internos y la continua verborrea por la que se ven afectados los mangas y los animes.
Si no has leído nada de ésta serie (Invencible), estás tardando. El cómic superheroico está en decadencia por culpa de ciertas prácticas que se han popularizado en las grandes editoriales e Invencible es la muestra de cómo se hace un buen cómic.
4. Atrocitus. Éste personaje fue uno de mis primeros descubrimientos dentro de éste mundillo, cuando empecé a leer la etapa de Geoff Johns en Green Lantern. Atrocitus es el único superviviente de la masacre perpetrada por los Manhunters, antecesores de los Green Lanterns como protectores del universo, en el sector 666. Desde entonces, la ira y el deseo de venganza guiaron su vida. A través de la sangre de sus antiguos compañeros, Las Cinco Inversiones, crearía la batería de poder roja y con ella a los Red Lanterns.
Éste personaje fue una de las mejores aportaciones de un inspirado Geoff Johns a la franquicia más intergaláctica del DC. Filosofía pura junto con una cantidad de dureza y calidad asombrosas hacían que empatizaras con él justo al momento de verlo en cualquier página. A pesar de que ahora DC lo haya maltratado y dejado a la altura del betún, para mí siempre será un personaje a recordar dentro de mi imaginario comiquero.
3. Magneto. El amo del Magnetismo aparece de nuevo en uno de mis Tops 5 (en mis personajes preferidos de X-Men) y en su propio Frikismo Innato. No quiero repetirme demasiado en lo que he dicho ya del personaje, por lo que trataré de ser lo más conciso posible.
Me gusta el hecho de que es poderoso y sabe cómo aprovechar su poder al máximo, de que es más inteligente de lo que parece, de que es como es porque sufrió todo el odio del mundo de pequeño por ser diferente a los demás y, más tarde, el rechazo de su mujer por ser mutante. Me gusta porque tiene clase, estilo. Me gusta porque no tiene miedo de nada ni de nadie y tiene sus ideales bien claros. Quizás no sean los más adecuados, quizás sus métodos son muy poco ortodoxos, pero tiene las cosas muy claritas.
Actualmente tiene una serie en solitario a cargo de un gran guionista llamado Cullen Bunn. Va a finalizar en breve, pero tiene pinta de que continuará. No se la pueden perder si de verdad quieren entender a éste personaje.
2. Doctor Doom. Cuando pienso en el monarca de Latveria, pienso inmediatamente en lo que significa la grandeza, el poder, la soberanía. Y es que éste personaje representa todo eso y más. Enumerar las grandes hazañas de éste señor me podría llevar una entrada o incluso dos, pero lo merecería. Éste personaje estaría en el primer puesto de no ser porque hay alguien que me sorprendió mucho más que él. No obstante, mis alabanzas no hacen justicia a éste señor: hay que verlo.
Hasta ahora he leído dos cómics en los que brilla por luz propia. Uno de ellos es Fantastic Four #258, donde el grandísimo John Byrne le dedica una historia para él solo donde refleja el putoamismo del personaje; el otro, muy importante también, es la miniserie Libros de Muerte de Ed Brubaker y Pablo Raimondi, donde cuenta todos los orígenes del personaje. Que no te engañe el hecho de que los Cuatro Fantásticos le hayan ganado mas de una vez, eso no le impide seguir siendo Dios. ALL HAIL DOOM!
1. Sinestro. Thaal Sinestro era un arqueólogo natal del planeta Korugar, del sector 1417. Un Green Lantern moribundo se estrelló allí y él se hizo con el anillo, convirtiéndose en el Green Lantern de su sector y, con el tiempo, el mejor que haya pisado el cuerpo. Mas tarde, tras haber conocido a Hal Jordan y haber sido tanto su maestro como su amigo, éste descubre que Sinestro había estado usando su anillo para gobernar su país mediante el miedo. Tras ser detenido y encerrado en la batería central durante mucho tiempo, escapa de la misma y acude al universo de antimateria para que los armeros de Qward de forjen un anillo propio que funcione con el miedo en vez de con la fuerza de voluntad. Ahí empezaría la verdadera leyenda de Sinestro como el líder de los Sinestro Corps.
¿Qué puedo decir? Los que me conocen ya sabían que éste señor se iba a llevar el puesto, pero es que hasta el momento no he visto a otro personaje (ya no hablamos de villano siquiera) con tanta pasión, tanta habilidad, tanta fuerza interior, tanto poder. Éste hombre ha hecho cada cosa que me ha dejado loquísimo. Y, para colmo, fue el primer villano con el que tuve contacto durante mi reinserción en los cómics. Recomiendo fervientemente, como lecturas para conocer al personaje, toda la etapa de Geoff Johns en Green Lantern (destacando La Guerra de los Sinestro Corps y los números de los Nuevos 52), el especial del mes de los villanos centrado en su persona y su propia serie, ambas guionizadas por el gran Cullen Bunn. Ahí verán por qué estoy tan enamorado de éste hombre.
Sé que no todos mis lectores leen cómics, por lo que mi pregunta para todos es: ¿Cuáles son sus villanos favoritos (de cualquier medio)? ¿Por qué? Les invito a reflexionar sobre ello y a dejar sus opiniones en los comentarios.
Un abrazo muy grande y nos veremos pronto.
Empieza el TOP:
5. Conquest. Éste escalofriante personaje aparece poco después de un importante evento acaecido en Invencible del que dicho universo aún no se había recuperado siquiera. Éste personaje con cara de dictador soviético era el peso pesado del Imperio Viltrumita, un guerrero cuyo único objetivo en la vida era una buena pelea. Su aparición en la serie no fue demasiado larga, pero sí es cierto que supuso un terrible dolor de cabeza para Mark Grayson, el protagonista de la serie. Nunca un personaje me había dado tanto miedo hasta el momento en el que éste hombre hizo su aparición y gracias a él supe que las luchas en los cómics servían perfectamente sin necesidad de abusar de las líneas cinéticas, los eternos monólogos internos y la continua verborrea por la que se ven afectados los mangas y los animes.
Si no has leído nada de ésta serie (Invencible), estás tardando. El cómic superheroico está en decadencia por culpa de ciertas prácticas que se han popularizado en las grandes editoriales e Invencible es la muestra de cómo se hace un buen cómic.
4. Atrocitus. Éste personaje fue uno de mis primeros descubrimientos dentro de éste mundillo, cuando empecé a leer la etapa de Geoff Johns en Green Lantern. Atrocitus es el único superviviente de la masacre perpetrada por los Manhunters, antecesores de los Green Lanterns como protectores del universo, en el sector 666. Desde entonces, la ira y el deseo de venganza guiaron su vida. A través de la sangre de sus antiguos compañeros, Las Cinco Inversiones, crearía la batería de poder roja y con ella a los Red Lanterns.
Éste personaje fue una de las mejores aportaciones de un inspirado Geoff Johns a la franquicia más intergaláctica del DC. Filosofía pura junto con una cantidad de dureza y calidad asombrosas hacían que empatizaras con él justo al momento de verlo en cualquier página. A pesar de que ahora DC lo haya maltratado y dejado a la altura del betún, para mí siempre será un personaje a recordar dentro de mi imaginario comiquero.
3. Magneto. El amo del Magnetismo aparece de nuevo en uno de mis Tops 5 (en mis personajes preferidos de X-Men) y en su propio Frikismo Innato. No quiero repetirme demasiado en lo que he dicho ya del personaje, por lo que trataré de ser lo más conciso posible.
Me gusta el hecho de que es poderoso y sabe cómo aprovechar su poder al máximo, de que es más inteligente de lo que parece, de que es como es porque sufrió todo el odio del mundo de pequeño por ser diferente a los demás y, más tarde, el rechazo de su mujer por ser mutante. Me gusta porque tiene clase, estilo. Me gusta porque no tiene miedo de nada ni de nadie y tiene sus ideales bien claros. Quizás no sean los más adecuados, quizás sus métodos son muy poco ortodoxos, pero tiene las cosas muy claritas.
Actualmente tiene una serie en solitario a cargo de un gran guionista llamado Cullen Bunn. Va a finalizar en breve, pero tiene pinta de que continuará. No se la pueden perder si de verdad quieren entender a éste personaje.
2. Doctor Doom. Cuando pienso en el monarca de Latveria, pienso inmediatamente en lo que significa la grandeza, el poder, la soberanía. Y es que éste personaje representa todo eso y más. Enumerar las grandes hazañas de éste señor me podría llevar una entrada o incluso dos, pero lo merecería. Éste personaje estaría en el primer puesto de no ser porque hay alguien que me sorprendió mucho más que él. No obstante, mis alabanzas no hacen justicia a éste señor: hay que verlo.
Hasta ahora he leído dos cómics en los que brilla por luz propia. Uno de ellos es Fantastic Four #258, donde el grandísimo John Byrne le dedica una historia para él solo donde refleja el putoamismo del personaje; el otro, muy importante también, es la miniserie Libros de Muerte de Ed Brubaker y Pablo Raimondi, donde cuenta todos los orígenes del personaje. Que no te engañe el hecho de que los Cuatro Fantásticos le hayan ganado mas de una vez, eso no le impide seguir siendo Dios. ALL HAIL DOOM!
Y mi villano favorito es:
1. Sinestro. Thaal Sinestro era un arqueólogo natal del planeta Korugar, del sector 1417. Un Green Lantern moribundo se estrelló allí y él se hizo con el anillo, convirtiéndose en el Green Lantern de su sector y, con el tiempo, el mejor que haya pisado el cuerpo. Mas tarde, tras haber conocido a Hal Jordan y haber sido tanto su maestro como su amigo, éste descubre que Sinestro había estado usando su anillo para gobernar su país mediante el miedo. Tras ser detenido y encerrado en la batería central durante mucho tiempo, escapa de la misma y acude al universo de antimateria para que los armeros de Qward de forjen un anillo propio que funcione con el miedo en vez de con la fuerza de voluntad. Ahí empezaría la verdadera leyenda de Sinestro como el líder de los Sinestro Corps.
¿Qué puedo decir? Los que me conocen ya sabían que éste señor se iba a llevar el puesto, pero es que hasta el momento no he visto a otro personaje (ya no hablamos de villano siquiera) con tanta pasión, tanta habilidad, tanta fuerza interior, tanto poder. Éste hombre ha hecho cada cosa que me ha dejado loquísimo. Y, para colmo, fue el primer villano con el que tuve contacto durante mi reinserción en los cómics. Recomiendo fervientemente, como lecturas para conocer al personaje, toda la etapa de Geoff Johns en Green Lantern (destacando La Guerra de los Sinestro Corps y los números de los Nuevos 52), el especial del mes de los villanos centrado en su persona y su propia serie, ambas guionizadas por el gran Cullen Bunn. Ahí verán por qué estoy tan enamorado de éste hombre.
Sé que no todos mis lectores leen cómics, por lo que mi pregunta para todos es: ¿Cuáles son sus villanos favoritos (de cualquier medio)? ¿Por qué? Les invito a reflexionar sobre ello y a dejar sus opiniones en los comentarios.
Un abrazo muy grande y nos veremos pronto.
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