Echo la vista atrás, y me siento bien. He pasado malos momentos, sí, pero era necesario. La experiencia se basa en el clásico y manido sistema de ensayo y error, y creo que en éste caso, al igual que el otro, puede aplicarse perfectamente. Durante un año pensé que las cosas iban bien y que podían mejorar, pero me equivoqué de pies a cabeza. Creía que sabía lo que estaba haciendo, que sabía leer a las personas... Pero estaba equivocado. Ahora sé que, si bien antes me andaba con cuidado, ahora tengo que hacerlo más que antes. Como hace un tiempo dije y aún sostengo: "No es oro todo lo que reluce, ni mierda todo lo que apesta".
Desde que esa persona se fue, he vuelto a verlo todo de forma más lúcida. No sé lo que pensará ella de mí, y la verdad es que me importa una soberana mierda. Yo no le guardo rencor y le deseo que le vaya bien, pero no a mi lado. Y eso es más de lo que puedo decir de otras personas que han pasado por mi vida. No digo ésto por educación. Es más, no tengo por qué ser educado con esa persona, al igual que ella no tiene por qué serlo conmigo. ¿Que quiere ser una bipolar con aires de superioridad? Perfecto, yo tengo derecho a ser Forelli, amigo de mis amigos y borde con l@s capull@s. Es una etapa que ha llegado a su fin, y ha entrado en acción una nueva... La etapa de la felicidad. De nada sirve lamentarse eternamente, sobre todo por alguien que no aporta nada bueno a tu vida y no te quiere de verdad. Forelli seguirá en pie, rodeado de buenos amigos y con esperanzas y sueños por los que levantarme cada día y luchar.
Adiós y hasta siempre.
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