Forelli Opina Nº 1: Modelos Socioeconómicos

Es sabido por todos (aunque por unos más que por otros) que el actual sistema económico que regula nuestras vidas con puño de hierro es ni más ni menos que el capitalismo. Sí, ese que consiste en que prácticamente la vida gira única y exclusivamente a ese invento esperpéntico y diabólico que es el dinero. Lo digo porque desde pequeños nos meten a estudiar con el único objetivo de cualificarnos y obtener un trabajo para pagar nuestras necesidades y, así, pagar el salario de los demás. Cuanto más trabajes y más requisistos requiera dicho oficio, más dinero te pagan por el desempeño de éste. En este sistema el que más posee puede adquirir más bienes y, por tanto, tiene más poder. ¿Qué pasa? Que este modelo, supuestamente, promete que todos los habitantes pueden a alcanzar ese nivel pero no lo cumple absolutamente. Parémonos a pensar, pues, y apliquemos la lógica. Para que entiendan lo que quiero decir, voy a contar una pequeña historia:



Si vamos a hacer un reparto de una cantidad determinada de algo... 500 naranjas -por poner un ejemplo visible- y un 20% cogen 475 porque sí, porque ellos son así de guays y creen que merecen esa cantidad aunque en realidad no sea así (pues no están aportando realmente nada provechoso al resto, y menos que valga esa gran cantidad), lo que nos deja con 25 naranjas para el 80% restante de la gente. Se puede apreciar que los primeros tienen naranjas que pueden comer hasta que se les vuelva la piel igual que una de éstas y meen Sunny Delight, mientras que los otros no tienen ni para que coma el 25% de ese 80%. Ya de por sí esto supone un problema cuando el 20%, dueños de una avaricia sin límites que les consume como el Tachú pegándose un Mecánico verde, montan un banco de naranjas, donde la gente puede guardar las pocas naranjas que han ganado trabajando para el 80 por ciento. Pero claro, para poder comer todos necesitan más naranjas y es aquí cuando el banco les dice "Oye, que yo les puedo prestar naranjas... pero por un pequeño interés añadido". El 80 por ciento, desesperado, accede y pide una cantidad de naranjas suficiente para paliar su situación (pongamos 175). La cosa estaría algo más pareja de no ser porque... ¡Sorpresa! Mientras el número de naranjas del 20% aumenta gracias a su prosperidad y sus plantaciones (inversiones), el 80% se ve pronto con la responsabilidad de pagar una deuda de unas naranjas que no tienen y, encima, con unos intereses elevadísimos. Esto lleva a que, tarde o temprano y con la excusa del impago, los ricos (el 20 por ciento) se llevan todo lo que han conseguido poco a poco los pobres (el 80 por ciento) gracias a su trabajo duro, conduciéndolos a la miseria, el hambre, la depresión y finalmente la muerte.

Podría reducir toda esta parrafada en una pequeña frase: "Cada día los ricos son más ricos y los pobres, más pobres". Hay que estar muy ciego para no ver toda la verdad y cruda realidad que realmente encierra esta frase. Peeeeero claro, a los de arriba no les interesa que el pueblo sea capaz de ver esto y reaccionar ante ello con una revolución, por lo que usando varias herramientas (la demagogia, el entretenimiento de masas, el adoctrinamiento feroz...) se percatan de que la gente esté sentadita y calladita. Y al que no caiga en esas mamarrachadas, porrazo, encarcelamiento y/o muerte.

Luego está el comunismo... O lo que la gente cree que es comunismo, pues en mi opinión muchos de los que han usado éste término son en realidad dictadores capitalistas encubiertos. Pongamos de ejemplo a Kim Jong-Woon, el dirigente de Norcorea. ¿Acaso ustedes creen que un verdadero comunista, teniendo a su pueblo hundido en la más absoluta miseria y militarizado hasta las muelas, tendría objetos caros y representantes del capitalismo a nivel mundial como un iMac (un ordenador de Apple, y ni siquiera de los viejos, uno bastante moderno) o un iPhone? ¿O que Stalin matase a todo el porrón de gente que mató por "ir en contra de la madre Rusia"? Y podría poner más ejemplos, pero no quiero que la entrada se haga eterna. En contra de lo que muchos piensan (pues no sé qué puta manía hay con que la gente me llame "Comunista" por criticar al capitalismo, manía muy fea impuesta por el ídem), no apoyo al comunismo. ¿Por qué? ¿Por los cadáveres que han dejado a su paso? ¿Porque su modelo económico es "una utopía"? ¿Porque, como diría un habitante de la Galia (a ver quién coge esta), el comunismo se basa supuestamente en que unos se parten el lomo trabajando y otros que no hacen nada se llevan parte de ese producto ganado (nótese aquí el capitalismo infecto y PPero del hombre)? No, nada de eso. Básicamente, no lo apoyo porque se basa en el trabajo, puro y duro y además no todos tenemos las mismas necesidades, por lo que un reparto exactamente igualitario no sería del todo beneficioso para muchas personas.

Entonces, ustedes lectores (tanto veteranos como neófitos) dirán "¿Si no es ni el capitalismo ni el comunismo, qué eres? ¿Un antisistema? Porque no queda otra..." y yo les pegaré una patada en el estómago, luego cuando estuvieran en el suelo otra en la nariz y, por último, les mearía encima por ser unos corderitos que se creen todo lo que les dice la caja tonta. Hay una tercera ideología, mal relacionada con el caos y el desorden "gracias" a los telediarios, las fuerzas del orden fascista y los demagogos que quieren mantener a toda costa sus beneficios: El anarquismo. O mejor dicho, en mi caso, el anarcosocialismo. Para el que no entienda bien el significado de la palabra y/o evitar confusiones, proviene de la palabra griega ἄναρχος (ἄν, prefijo, "sin"// αρχος, sustantivo, "dirigente", "soberano" o "gobierno") que vendría a significar literalmente "sin gobierno". La cosa es que la gente se cree que sin gobierno la gente no tendría orden y empezaría a pegarse, matarse, robarse y violarse con el simple objetivo de conseguir lo que se quiere (Ay, capitalismo, has jodido la mente del pueblo de mala manera hasta el punto de que te llevan siempre encima) y, por extensión, todo aquél que no se comporte bajo los cánones impuestos por la sociedad capitalista es considerado un alborotador, un perturbador y un antisistema. Me gustaría citar a un gran humorista español bastante conocido que se hace llamar Wyoming y dijo no hace mucho en uno de sus programas de LaSexta (El Intermedio) "Para mi no es antisistema el que rompe un contenedor o una marquesina. Es antisistema el que recorta en sanidad y en educación", haciendo referencia a que hacen más daño al "Estado del bienestar" los recortes políticos hechos por simple y llana avaricia que una persona cabreada que rompe un contenedor para atraer a los polis y darles el máximo número de tortas que se pueda.

Quiero explicarles lo que es para mí el anarquismo: Una ausencia total de gobierno. Que nadie más que el propio pueblo se controle a sí mismo. Claro que es físicamente imposible conseguir eso de la noche a la mañana y que las 6.500.000.000 de personas (no sé si es el número exacto, pero sí una aproximación) que habitamos el planeta vivamos todos en una misma comunidad (demasiada gente), pero sí dividirnos en pequeñas comunidades con cantidades más manejables (quizás 500-1000 personas por cada), sin restricción de fronteras, conservando las culturas, dejando atrás los odios que se puedan tener entre razas. Dejar a las religiones como un simple enfoque de ver la vida y aceptar otros puntos diferentes. El dinero eliminado completamente de la faz de la Tierra al igual que las armas. Cada comunidad que tenga sus propias leyes redactadas por consenso de toda ésta en su conjunto. Que también haya buen rollo entre las distintas comunidades, que todo se pueda arreglar dialogando y encontrando un término medio. Que todos participen en el mantenimiento y cuidado de la comunidad y que a cada uno se le de lo que merece según su capacidad y según su necesidad. Vamos, algo como los clanes de la Irlanda Celta o la Ciudad Libre de Christiania (Dinamarca), pero más globalizado y más adaptado a la evolución moral que el ser humano ha tenido desde aquellos remotos tiempos.

Sí, soy consciente de que es una utopía mucho más grande que la de los comunistas (algo que muchos comunistas no son capaces de afirmar), pero lucho por ello, protesto por ello, pongo mis manos en el fuego por ello y moriría por ello, pues éste modelo de vida es algo que los derechistas jamás entenderán y, como no lo entienden, lo consideran malo y ha de ser eliminado. Pues bien, que intenten eliminar a un pueblo decidido a deshacerse de ellos sin cortarse un pelo y entrando en plena guerra. Incluso, algún día, muchos de los borreguitos que se hacen llamar fuerzas del orden se darán cuenta de que el sistema no sólo no funciona, sino que también les perjudica a ellos y harán algo al respecto. Sería muy presuntuoso decir que se unirán a nosotros, pero sería lo más lógico.

En resumen, ¿creen que soy un antisistema por sacrificar mi tiempo y mi físico por lo que debería ser en mi opinión aunque eso signifique ir en contra de la sociedad? Vale, créanlo, pero yo tengo mi conciencia tranquila al saber que no lucho sólo por mí, sino por todos, incluyendo a la gente que odio con toda mi alma. ¿Por qué? Porque excluir a esas personas, por muy buenas que sean mis intenciones, no me haría mejor que gente como Hitler, Franco, Pinochet, Mussolini, Stalin o Kim Jong-Il. No me haría mejor que la élite rica que vive en su Eliseo particular y echa a patadas a los que no son como ellos o no piensan como ellos. Sería un bastardo más pero con una etiqueta distinta.

Creo que, a no ser que sus comentarios me hagan revocar algo de la memoria o me haya olvidado de algo, doy por terminada esta entrada/ensayo. Espero que todo el tiempo que han pasado leyéndolo les haya valido y hayan aprendido algo. Como siempre, les invito a comentar. Eso sí, como bien dije en el Nº 0, pido respeto, calma y paciencia. Sé que es difícil realizar semejante cosa, pero no quiero malos rollos en mi blog. Espero que lo entiendan

¡Anarquía y cómics!

Ah si, y feliz año nuevo y todo eso...