No hace mucho que tuve el enorme placer de hablar con mis abuelos paternos, a los que hacía al menos un año que no veía, durante unas dos o tres horas. En ese tiempo comimos juntos, vimos la tele, hablamos del panorama general de nuestro país e incluso estuve extasiado al escuchar las historias que mi abuelo vivió durante su estancia en el ejército. Muchos son los jóvenes de hoy a los que el ejercicio de estas simples pero placenteras labores les parece poco más que una tortura. A esa gente les digo: No se cierren ante esa grandísima fuente de sabiduría que poseen al práctico alcance de la mano. Para empezar, nunca sabes cuándo puede marcharse para no volver jamás; Luego tenemos que a ti no te cuesta nada escucharlos y mostrar un poco de interés, y con eso les estás dando una de las pocas alegrías que les queda. En esas avanzadas épocas de la vida, los pobres se sienten solos, monótonos y carentes de alegría. Todos los días siguen una rutina que, por más que quieran, no pueden romper debido a que la edad no se los permite. Y eso si no hablamos de los problemas de salud que suelen afectarles a partir de cierta edad. Por último, y no por ello menos importante, pueden abrirte los ojos a muchas cosas y ampliar tus conocimientos de una forma impresionante, pues ellos han vivido 7 u 8 veces la cantidad de tiempo que has vivido tú, y en ese tiempo da para ver un sinfín de aspectos y enseñanzas que la vida nos reserva a todos.
Pues volviendo al tema, nuestros abuelos son una fuente de información viva y valiosísima tanto para el ámbito profesional (muchos historiadores acuden a ellos para preguntar por el pasado cercano, como la 2ª Guerra Mundial) como en el sentimental. Bien es cierto que su información histórica puede estar contaminada por su visión subjetiva de los hechos y podemos no estar de acuerdo su forma de verlas, pero no quita que sea una historia interesante y digna de ser oída. También son un pilar fundamental para la nuestra educación, pues ellos representan la figura de bondad, ternura y sensibilidad que los padres no tienen, son aquellos que dicen "Sí" en lo que nuestros padres dicen "No", los que nos conceden los pequeños caprichos que muchas veces no nos dañan pero a ojos de nuestros padres, sí lo hace... Incluso, en los casos más extremos, nos acogen cuando nuestros padres mueren o nos maltratan, viéndose obligados a ponerse más estrictos, pero no por ello nos quieren menos.
En definitiva, mucha gente desprecia a sus mayores (hablando de familia) cuando con un simple gesto podemos darles la felicidad que necesitan para acostarse y decirse a sí mismos: "Mi vida ha valido la pena". Por tanto les ruego que, si leen este VOT, ruego que llamen a sus abuelos, se interesen por cómo les va la vida, pregúnteles por cosas del pasado: cómo se vivia, qué se comía, lo que sea. Ellos se desviarán del tema conforme hablan, pero pueden decir cosas muy interesantes, y les alegras el día de una muy buena forma.
Hoy, como hablamos de logevidad, voy a poner una canción de una banda clásica: Don't Stop Me Now, de Queen.
Y recuerden:
'Cause nobody can silence THE VOICE OF TRUTH!
Pues volviendo al tema, nuestros abuelos son una fuente de información viva y valiosísima tanto para el ámbito profesional (muchos historiadores acuden a ellos para preguntar por el pasado cercano, como la 2ª Guerra Mundial) como en el sentimental. Bien es cierto que su información histórica puede estar contaminada por su visión subjetiva de los hechos y podemos no estar de acuerdo su forma de verlas, pero no quita que sea una historia interesante y digna de ser oída. También son un pilar fundamental para la nuestra educación, pues ellos representan la figura de bondad, ternura y sensibilidad que los padres no tienen, son aquellos que dicen "Sí" en lo que nuestros padres dicen "No", los que nos conceden los pequeños caprichos que muchas veces no nos dañan pero a ojos de nuestros padres, sí lo hace... Incluso, en los casos más extremos, nos acogen cuando nuestros padres mueren o nos maltratan, viéndose obligados a ponerse más estrictos, pero no por ello nos quieren menos.
En definitiva, mucha gente desprecia a sus mayores (hablando de familia) cuando con un simple gesto podemos darles la felicidad que necesitan para acostarse y decirse a sí mismos: "Mi vida ha valido la pena". Por tanto les ruego que, si leen este VOT, ruego que llamen a sus abuelos, se interesen por cómo les va la vida, pregúnteles por cosas del pasado: cómo se vivia, qué se comía, lo que sea. Ellos se desviarán del tema conforme hablan, pero pueden decir cosas muy interesantes, y les alegras el día de una muy buena forma.
Hoy, como hablamos de logevidad, voy a poner una canción de una banda clásica: Don't Stop Me Now, de Queen.
Y recuerden:
'Cause nobody can silence THE VOICE OF TRUTH!
Sin palabras. Perfecto.
ResponderEliminarGracias, hermano, ya eres el tercero en apreciar este VOT como uno de los mejores que he hecho nunca.
ResponderEliminarQue sean 4. La verdad es que yo valoro mucho a mis abuelos, desde siempre, es más, siempre que puedo paso un rato con mi abuela, comiendo con ella, viendo la tele o lo que sea. Mejor pasar esos ratos con ellos, a arrepentirte de no haberlos pasado.
ResponderEliminarGracias, señor tuitero, por aparecer y comentar en mi blog :D
EliminarNo es mi blog, pero soy un lector asiduo, y me alegra igualmente ver gente que comenta y disfruta, sin ser los de siempre!! Gracias por comentar! :D
EliminarNo es mi blog, pero soy un lector asiduo, y me alegra igualmente ver gente que comenta y disfruta, sin ser los de siempre!! Gracias por comentar! :D
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