sábado, 16 de agosto de 2014

Entradillas Forellianas Nº 11: Mi cabeza, esa jodida jaula de monos locos

Es algo de lo que por lo general nunca hablo. Algo que creo que la gente o bien se da cuenta por sí misma o no tienen necesidad alguna de saberlo. No es un secreto, no es algo de lo que realmente crea que tengo que sentirme avergonzado, pero es algo que, simplemente, está ahí. Durante muchas veces en mi vida, sólo una cantidad totalmente reducida de personas me han visto tener arrebatos sin lógica ni razón detrás de ellos. Algunas pocas veces son de tristeza, pero la gran mayoría suelen ser de furia. Conforme han pasado los años, los he tenido de todas las formas, desde herirme a mi mismo hasta tomarla con cualquier objeto inanimado. Muchas veces han sido algo infrecuente, que podía pasar una de cada 1000 veces. Otras me pasan a lo mejor una vez por semana. ¿Que por qué los tengo, dicen? Ni idea, quizás estoy como una jaira, quizás la educación que he tenido lo ha propiciado, que sé yo....

Muchos me dirán ahora que todos tenemos arrebatos alguna vez, que no es tan raro... Y lo sé. Lo raro de lo mío es que se suceden con una frecuencia algo regular desde mi adolescencia. Muchas veces he dudado de mi salud mental por ello, pero realmente ese concepto no es sino una forma más de la sociedad para decirte que eres aceptado por ellos, estando ellos peor que los que se suponen "locos". ¿Serán las energías negativas que pillo por ahí? ¿Será el hecho de saber, en el fondo, que todo lo que hago realmente no sirve de nada? ¿Será que de verdad haya algo mal en mí? ¿Será una forma de expresar mi impotencia hacia todas las injusticias que se viven a día de hoy?  Ni lo sé, ni me importa. Nada me impedirá seguir mi camino hacia lo más alto.

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