Sí, amigos lectores, yo creí en el amor hace mucho tiempo. Bueno, en realidad era el típico niño que decía "Bah, los poemas no sirven para nada, el amor es para gente sensiblera". Incluso tuve varias discusiones con la que en aquel momento fue mi profe de Lengua (Nereida, siempre fue una buena señorita) por el tema. Acabó diciéndome que yo era un tipo de lo más sensible. yo lo ignoré. Entonces, no sé por qué, me empecé a fijar en dos de mis amigas de por aquel entonces. Una era Bianca, una mujer creativa y con los pies en la tierra. La otra era, como no, Joshy Pig. Sí, amigos, aquella que me dió mi primer "beso". El caso es que era amiga mía desde el colegio y nos llevábamos de puta madre. Las dos me gustaron, pero no sabía cuál sería mejor. Erróneamente decidí a la segunda, y fue ahí donde, ingenuo de mí, comenzó todo mi infierno particular.
Un día, por su cumpleaños, decidí regalarle una bandana blanca (me molan los pañuelitos, puedo tener unos 20 sin exagerar) un libro que cogí porque el título le venía al pelo: "Mi vida está un poco gris", si mal no recuerdo, debido a que ella siempre estaba soltando mierda de que su vida es un asco y que su familia es caca, etc. Pues había un regalo sorpresa, y era que le invitaba a ir a ver una película en el cíne, la que ella eligiera. Decidimos salir al mes siguiente después de ese cumpleaños (por cierto, es un 8 de marzo) y estuvimos juntos desde las 8-9 de la mañana hasta lo menos las 10 u las 11 de la noche. El plan era que ella me acompañara a la comunión de mi primo Aday, comiera con mi familia y luego, por la tarde, fuéramos a ver una peli al cine. Aquí tengo una foto en la que sale ella (la he censurado para evitar problemas legales) y mi yo anterior, al que tanto odio y detesto:
Luego, entramos a
Cuando llegué a clase, la encontré mucho más arisca (me hablaba menos que antes, se mostraba evasiva, se quejó de mí a mis espaldas, etc). Hablé con un vecino suyo y me dijo que, según ella le había contado, la apabullé un poco con mis cumplidos y que no soy la clase de tío para soportarlo 14 horas seguidas. Más tarde me contó que no durmió esa noche debido a que le vinieron vómitos debido a la gran ingesta de golosinas (que tampoco fueron tantas). El caso es que la cosa siguió tensa durante una semana o así... Hasta que llegó el Día de Canarias.
Ella, tras algunas de nuestras peleíllas y altibajos, me hizo la pregunta del millón... escrita en un papel. Yo me negué a contestar porque siempre supe que, si ella se enteraba de mis sentimientos, me odiaría y me repudiaría como el ciudadano medio de Marvel a un mutante. No obstante, entre ella, el que era mi mejor amigo en aquella época y mi tutora (sí, señores, tal y como leen, MI TUTORA) me obligaron a hablar y le dije que sí, que me gustaba. Ella puso una cara de asustada que me entristeció y siguió haciendo lo que estuviese haciendo ese día.
CONTINUARÁ...
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