Bien es sabido que las consolas de videojuegos no son para siempre y que, normalmente, se extinguen a favor de una nueva generación, ofreciendo más recursos y así, en teoría, dándonos juegos mejores y unas mejores experiencias videojugabilísticas. Es un paso más en la evolución tecnológica, pues este fenómeno no es exclusivo de este campo, sino que abarca a todo aquello que crea el ser humano con sus propias manos. Sin embargo, hay casos (y sobre todo desde los 80-90 hasta el día de hoy, y sigue...) en los que esta "evolución" realmente no cambia nada y que, incluso, en vez de evolucionar, involucionan, restringiendo así mejores expectativas y las libertades del usuario. Estoy hablando, en este caso, de los flagrantes casos de PS4 y la recién anunciada
Este es un fanart del mando de la PS4. No se ha mostrado aún la consola (mal hecho por parte de Sony), por lo que es lo único que se ha visto por ahora de la consola, además de ciertos detalles para mí escandalizadores.
Y esta es la Xbox One en cuestión, la consola que llevará a la ruina a Microsoft si no rectifica lo más pronto posible.
Bien, primero que nada, las características "antipiratería". Esta lucha no es sólo de ahora, sino que se lleva realizando desde el momento en el que los formatos de los propios videojuegos en sí pasaron a ser digitales (es decir, cuando se empezó a usar CDs como soporte para los videojuegos con la PSX, en los 90), puesto que en las recreativas y en las consolas de cartuchos tales como Sega Megadrive o Nintendo 64 este riesgo era casi nulo. A día de hoy las empresas siguen imponiendo unas duras medidas para evitar la piratería, y eso es hasta cierto punto comprensible, pero no cuando le restringes así libertades al propio consumidor. Muchas de estas medidas se hacen también con la excusa de evitar el comercio de juegos de segunda mano, y esta generación no iba a ser mucho menos. Por ejemplo, se tenía pensado que para Xbox One que cada juego tuviera una mecánica según la cuál sólo podía ser reconocida por una consola. Esto quiere decir que, por ejemplo, si meto un juego en mi Xbox One y, tras probarlo, decido prestarselo a Andrei, al Kuso no se le ejecutaría el juego, por lo que la empresa me está impidiendo de esa forma el poder prestarle mis videojuegos a aquél que yo desee, ¿y por qué? Porque no reciben ganancias de esa persona al no haber comprado el juego.
Sin embargo, tras muchas críticas del público, parecen haberse retractado, pero Microsoft encontró otra manera de salirse con la suya, y es la siguiente: puedes comprar un juego de segunda mano o prestarlo, sí, pero cada juego necesitará que se efectúe un registro online del mismo y, claro, si lo compras de primera mano te efectúan el registro gratis, pero si no, has de pagar el importe completo del juego para poder registrarlo.
Sin embargo, tras muchas críticas del público, parecen haberse retractado, pero Microsoft encontró otra manera de salirse con la suya, y es la siguiente: puedes comprar un juego de segunda mano o prestarlo, sí, pero cada juego necesitará que se efectúe un registro online del mismo y, claro, si lo compras de primera mano te efectúan el registro gratis, pero si no, has de pagar el importe completo del juego para poder registrarlo.
PODEROSO CABALLERO...
Otro aspecto también importante es la ya nombrada evolución que debería suponer el cambio de generación y que, en cambio, ni es evolución ni es nada. Seguimos con PS4 y Xbox One. Se han mostrado tráilers sobre sus capacidades gráficas y lo que se suponen que van a ser escenas in-game. ¿Mi veredicto al respecto? No se cambia absolutamente nada. Dichas compañías se apoyan mucho en las cinemáticas, truco cuanto menos antiguo y malo para crear unas falsas expectativas respecto a un producto (sin ir más lejos, lo usa mucho Blizzard, creadora de World of Warcraft) y los in-game tienen gráficos y propiedades que cualquiera de las consolas actuales podría alcanzar perfectamente, ya sea PS3 o Xbox 360, o cualquier otra. Con eso se deja ver que ya no se piensa en la satisfacción del consumidor de videojuegos, que es lo que hace que ese mercado se mueva, sino que se centran en las ganancias monetarias, y para ello se usan de forma cada vez más descarada argucias para que la gente compre, aunque luego el producto no les guste una mierda.
Mi más sinceros consejos son los siguientes:
- Si eres poseedor de una PS3 o una Xbox 360: No desesperes. Si las compañías salen pronto de su error seguirán produciendo para estas dos plataformas y mandarán las demás a tomar por culo (ejemplo claro es la WiiU, la consola más mierda ahora mismo en el mercado).
- Si eres partidario de PC, eres el puto amo. Sigue ahí y no te muevas.
- Si le das a los dos, como es mi caso, guarda todo lo bueno de las que tienes y dale al PC. Ya si cambian vuelve a las de sobremesa también, pero mientras...
En resumen, la 4ª generación no merece siquiera ese nombre, porque no cambia absolutamente nada respecto a la anterior, nos venden lo mismo pero más caro y, además, se atenta mucho a las libertades del consumidor. Pásense a PC, a la larga les sale más barato.