La Crítica del Mes (Septiembre 2013): Prejuicios a cascoporro

Buenas a todos y disculpen la tardanza (como me está pasando últimamente). Hoy he visto un artículo en una página especializada sobre El Último Hijo de Krypton muy famosilla llamada SupermanJaviOlivares.net que hay un chico de Filipinas que está en el libro de los Record Guinness por ser el mayor coleccionista de objetos de Superman del planeta y que ha llegado a hacerse bastantes operaciones quirúrgicas para parecerse más al personaje (decoloración de tez, rinoplastias, implantación de pectorales y abdominales y un montón de cochinaditas más):

He aquí al susodicho Herbert Chávez antes y después de las operaciones

Se parece tanto como una mierda a una piedra. Si acaso se parece al de Superman Returns, pero ni eso...

Ni siquiera se parece al de los New 52...

El sueño del chico en cuestión

Y lo otro es un anuncio que WWE ha venido haciendo en sus shows (o al menos en RAW, que es el único que veo yo) sobre unos "nuevos" luchadores "españoles" (realmente son unos antiguos luchadores de la compañía con un nuevo papel), dando la imagen de que todos somos unos asesinos de toros por deporte.

 He aquí "Los Matadores", con todo lo típico de los asesinos toreros tan famosos en nuestro país por su homosexualidad su valía

Los luchadores sin máscara, una pareja de puertorriqueños con mucho talento pero poca confianza por parte de la mierda de empresa que es WWE

Todo esto me hace reflexionar en el controvertido tema de los estereotipos. Todos sabemos que en todo el planeta mucha gente es dada a creer y seguir a rajatabla esas creencias muchas veces falsas e infundadas sobre lo que desconocemos (ya sean países, habitantes de los mismos, colectivos sociales, personas...). Sin embargo, y como creo que ya he dejado ver en mis palabras, nada más lejos de la realidad. Los estereotipos son algo nefasto que se basa en la ignorancia y el desprecio hacia lo desconocido (vamos, como casi todo en la humanidad desde la Edad Antigua). Los canarios pronunciamos la che, no todos los andaluces son gandules, todos los catalanes no se agarrados, no todos los estadounidenses son patrióticos hasta la médula, no todos los chinos son antipáticos, no todos los japoneses son xenófobos y chauvinistas... Y así podría seguir hasta sobrecargar el blog con tópicos. Voy a usar una frase que leí una vez en el perfil del cantante de Ska-P "La ignorancia se cura aprendiendo y el racismo, viajando". En todos lados hay personas xenófobas, racistas, vagas, rácanas, antipáticas, cortas de miras, patrióticas... Pero también los hay trabajadores, generosos, abiertos a todo, cosmopolitas... Sólo hay que saber distinguir, tener suerte y no dejarse llevarse por los prejuicios que la sociedad nos impone como base para ser uno más del montón.

Sobre el tema del fanático de Superman, he de decir que eso nos da mala imagen a los aficionados. No porque esté mal lo que haga, puesto que es libre de hacer con su cuerpo, tiempo y dinero lo que desee, sino que son los ejemplos que suelen coger los medios de comunicación y la gente en general para representar al colectivo del lector de cómics. Y eso que yo me considero un orgulloso miembro de este colectivo (aunque los yankis de 4chan opinen lo contrario) y llevo mis colecciones y mis camisas, y conozco a más gente de este tipo (mi mejor amigo, el Tachú. Realmente soy yo el responsable de meterle en este mundo). Sin embargo, la puta mierda de sociedad cree que el fan del cómic es un enfermo, infantil y antisocial. Imagen que he intentado evitar desde mi renacimiento hace dos años (mi despertar intelectual) y que a veces me he encontrado por ahí (en el FNAC de Elche, por ejemplo). Pese a todo, sigo defendiendo el cómic como un medio de entretenimiento, un arte y un medio para despertar el lado filosófico de las personas e incitarlas al debate pacífico entre éstas.

Pienso que la individualidad es uno de los aspectos de vital importancia para todo ser humano, es lo que nos hace tan especiales y que por culpa de unos pocos querer tener el control sobre todo está desapareciendo poco a poco como arena entre nuestros dedos. Es nuestra responsabilidad y nuestro deber preservar la identidad de uno como persona única, indivisible e inviolable por el otro. Recordemos que debemos luchar por nuestra libertad y ejercerla mientras la tengamos, pero tampoco cometer libertinaje. La libertad de uno termina donde empieza la del otro.

En resumen: ¡ABAJO LOS ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS, RACIALES, NACIONALES, SOCIALES O DE CUALQUIER TIPO!