Muy buenas a todos. Como bien sabrán si han leído la entrada anterior a ésta, he estado fuera durante un tiempo debido a ciertos problemas personales que han sacudido lo que hasta ahora era mi vida personal y académica. Ha pasado ya casi una semana y, a pesar de que los problemas aún no se han resuelto del todo, se puede decir que he podido calmarme un poco y ver las cosas desde una perspectiva mucho más pacífica y menos dolorosa. No daré detalles ni nombres de ningún tipo por dos simples motivos: uno es que no quiero apagar el fuego con gasolina (provocar la ira de nadie innecesariamente, pues creo que ya he tenido suficiente guerra), y otro es que quiero preservar la intimidad de todos, tanto aquellos que me han escuchado, visto y apoyado durante estos momentos tan convulsos como las otras personas que los provocaron (de forma directa o indirecta) y, en última instancia, aquellas personas que no se habían enterado o que decidieron no meterse y a las cuales respeto tanto como el que más. También es cierto que pretendo que esta entrada sea corta y concisa, por lo que me ahorraré contar nada y saltaré directamente a decir lo que he venido a decir en el día de hoy.
Quiero agradecer a todos aquellos que, en mayor o menor medida, han estado ahí y se han preocupado e interesado por mí. He recibido una cantidad de cariño y ayuda tal que, probablemente sin exagerar, sea la mayor que he recibido de parte de mis amigos y compañeros desde hace años. Todos ellos me han escuchado y dado su opinión personal con total sinceridad y cariño, y yo he escuchado con total atención a todos y cada uno de ellos. Es por ellos que he podido alcanzar una relativa paz mental hasta que se pase la tormenta y por los que, en definitiva, seguiré con mi asquerosa carrera hasta el final. Sí, el horario sigue siendo una mierda y seguiré siendo apalizado por el pobre estado de la educación universitaria de este país, pero al menos podré tener un maldito trozo de papel para que la sociedad me deje hacer lo mío sin joderme la existencia al final de todo esto. Son éstas personas y muchas más que sé que habrían hecho lo mismo que éstos a los que hoy agradezco de haberse enterado de toda la situación con las que compartiré mi alegría, mis éxitos y mis dosis industriales de Forelliadas durante todo el tiempo que nos quede. De nuevo, chicos y chicas, eternamente agradecido. Han demostrado que la decisión que tomé más allá después de todo el tema de Miércoles fue un implacable acierto.
Sobre las personas que son, por decirlo de una forma algo eufemística y "políticamente correcta", el ojo del huracán, sólo puedo decir que no les guardo rencor alguno, porque sé que no actuaron desde la maldad. Sin embargo, la ignorancia puede ser mucho más peligrosa que ésta, sobre todo si va acompañada de problemas de comunicación del tamaño de Texas. De hecho, me gustaría seguir viéndolas como las personas maduras y responsables que creo que son y que, desde que tengo conocimiento de las mismas, siempre han sido. Sin embargo, sé que el orgullo es muy fuerte en algunas ocasiones y no estoy seguro de si ésta es una de esas veces. Me gustaría pensar que no, que se den cuenta de lo que ha pasado y que hagan lo que crean que tengan que hacer. Yo me mantendré al margen hasta que lo decidan, pero confío en que harán lo correcto. No me gustaría quedarme con ésta imagen dañina que he visto esta última semana, aún así. Espero no haber cometido un error al pensar que puedo llamarlas "amigas" o "compañeras". De verdad que espero que todo esto no haya sido más que un horroroso malentendido y que no sean el ejemplo de que hasta la sonrisa más bonita puede esconder el más ponzoñoso de los venenos.
Por último, diré que voy a seguir semi-retirado de mis tareas como blogger para no tener esa preocupación encima durante este tiempo de readaptación que tendré que cumplir de cara al futuro que me resta en la carrera. Seguiré haciendo entradas cuando tenga inspiración y material para las mismas, pero no habrá nada regular hasta nuevo aviso. De forma resumida: no habrá Críticas del Mes durante un tiempo. Pero no se preocupen, que volveré pronto.
Nos vemos por las redes. ¡A seguir bien! Y de nuevo, muchas gracias a todos, tanto por el apoyo prestado como por haberse tomado la molestia de leer esta breve entrada.