Forelli Analiza Nº 2: American History X

No soy un hombre que suela pararse a ver películas o series. No porque no me guste hacerlo, sino porque suelo estar siempre de aquí para allá, y cuando me paro paso el tiempo con el blog, la radio, YouTube o las videojuegos. Sin embargo, de vez en cuando disfruto de una película o de una serie (Es más, me estoy viendo Breaking Bad, fíjense si es buena que le busco tiempo y todo), y la disfruto muchísimo mas si las veo con alguien, generalmente mi señora o mis amigos.

Cuando visito a mi gran amigo Enrique, pasamos el tiempo haciendo el pinga hasta que llega la noche. En ese instante, buscamos una película que nos interese ver a los dos y la vemos. Desde entonces hemos visto de todo: humor con "Colega, ¿Donde está mi coche?", suspense y thriller con la genial película "El efecto mariposa" protagonizada también por Ashton Kutcher... Ésta vez decidimos ver un clásico de finales de los noventa que desde hacía un tiempo sonaban en nuestras cabezas pero por los motivos que ya he comentado no he podido pararme a hacerlo, y ese filme no es nada más y nada menos que American History X.

Título orginal: American History X
Producción: USA, 1998
Género: Drama
Duración: 118 minutos
Dirección: Tony Kaye
Intérpretes: Edward Norton, Edward Furlong

Derek Vinyard, un neonazi californiano de no más de 16-18 años, se percata de que tres negros están robándole el coche y mata a dos de ellos. Por ello, es encarcelado durante tres años en la prisión del Estado. La misma semana en la que Derek termina de cumplir condena, un profesor se queja al director del instituto de Danny Vinyard, su hermano, de que éste realizó un trabajo hablando y defendiendo los ideales que Hitler expusiera en su día en el famoso libro Mein Kampf. A partir de ahí, el director (que es negro, para más inri) empieza a darle unas clases privadas a Danny, una asignatura llamada Historia Americana X (de ahí el nombre de la película), y su primer trabajo es escribir sobre cómo afectó a su vida el encarcelamiento de su hermano. Derek sale de la cárcel y, al ver que su hermano sigue por el mismo camino que le llevó a prisión, decide tomar medidas...

Todo lo que dicen de esta película es absolutamente cierto: es una maldita obra de arte. No sólo trasmite un mensaje antiracista y antinazista sin recurrir al punto de vista patriótico que se suelen dar muchas producciones estadounidenses, sino que lo hace de una forma humana, cercana, de tal forma que parece que lo contado en la pelicula haya sucedido en nuestros respectivos barrios, reflejando sin necesidad de mostrar grandes cantidades de sangre en ningún momento la violencia, el odio, las falacias y las violaciones que suceden en la historia.

Un gran filme que quiere hacernos entender que el odio no hace más que generar más y más odio y que la vida es muy corta para pasarla cabreado, y menos siguiendo unos ideales que no surgen del propio racionamiento sino de la labia y la demagogia de unos pocos (en el caso de la película, todos los neonazis de la localidad de Venice son liderados por un señor mayor llamado Cameron que les tiene a todos manipulados). Sin embargo, también me gustó que trataran los temas de la hipocresía que se tiene con respecto a los miembros de otras razas social y legalmente hablando, todo en aras de favorecer a las personas de otras etnias y evitar los típicos comentarios de "lo encerraron por ser negro" y también en desmentir el mito de que "los negros no pueden ser racistas", puesto que muchas veces los propios negros son más racistas que los blancos (que lo entiendo, puesto que el hombre blanco ha jodido al hombre negro por generaciones, pero deberíamos estar por encima de las rencillas históricas que sólo provocan que nuestras diferencias sean abismales. TODOS). Artísticamente también está genial, el sistema de flashbacks dispersos es algo que siempre crea intriga y expectación y, bien usados, hacen de una buena historia una genial historia. Además, para diferenciar el presente del pasado, nos los ponen en blanco y negro, detalle que añade mucho más dramatismo a lo que ocurre en nuestras pantallas.

Alguien de mi público me dijo que no le gustó el final porque, según ella, pone como "ganador moral" a los nazis que se quejaban de los inmigrantes. Esto ya se lo dije a esa persona en privado, pero lo voy a expresar aquí por si se ven esta asombrosa producción algún día: Ese no es, ni de lejos, el mensaje que transmite el final. Lo que en realidad quiere expresar es, como dije al principio, que el odio no lleva a ninguna parte y, además, que no sólo el hombre blanco es racista y hace tremendas barbaridades a los que no son de su mismo color. Parafraseando a una frase promocional de un evento actual de DC Cómics: "El odio es relativo".

Los actores lo hacen simple y llanamente espectacular. Edward Norton consiguió dos premios por esta película y fue nominado a un Oscar. Éste hombre hizo un titánico esfuerzo, puesto que para dar el perfil de Derek Vinyard tuvo que ganar nada más y nada menos que 14 kilos de puro músculo. Sin embargo, no quiero quitarle mérito al resto del reparto que, junto con la ambientación y el argumento, provocaron que me sumergiera en la historia como si fuera un personaje más, de modo que aprendí a ver muchas cosas desde otro prisma y me morí de asco con todas las falacias que los nazis sueltan en sus discursitos.

 Derek Vinyard (Edward Norton) en un momento clave del largometraje.

Aquí, junto a Seth Ryan (Ethan Suplee, actor que interpreta a Randy en la serie Me llamo Earl)

Danny Vinyard (Edward Furlong)

Esta película se lleva otro 10 sobre 10 , pues no es una película que en ningún momento pecase de pretenciosa y todos los méritos obtenidos y las enseñanzas impartidas por la misma dan un pie genial para filosofar acerca de temas como el racismo, la demagogia y el relativismo moral.

Muchas gracias por leer, espero que se animen a puntuar y comentar para así debatir y compartir opiniones, experiencias e impresiones. Me harían muy feliz.

¡Hasta la próxima!