La Crítica del Mes (Febrero 2013): San Valentín, fiesta consumista

Mucho estaba tardando yo en hacer esta sección. Como bien les tengo dicho, ésta es la única sección regular que tengo en el blog, y bastante grave es que ya ande fallando. El caso es que al fin la he publicado, y qué tema más famoso y más de moda actualmente como es el 14 de febrero, San Valentín. El día de los enamorados, como algunos le dicen. Hay varias teorías sobre el origen de esta celebración amorosa. En los países nórdicos es la fecha en la que los pájaros se juntan y se aparean, por lo que ven dicho día como un día de amor y de creación. Otros, que era una fiesta pagana cristianizada en la que se le rendía culto a Eros, dios del amor grecorromano, al cuál se le ofrecían regalos y prebendas para que éste les ayudara a encontrar el amor verdadero. Las primeras postales típicas de esta fecha datan de 1840, cuando una anglosajona comenzó a venderlas con el nombre de "Valentines".

Como podemos apreciar, parece que esta fiesta es todo felicidad, amor, folleteo sensible y demás... Voy a criticar este día pero no desde mi punto de vista escéptico (ya que el amor no existe, son los padres), sino más bien voy a criticarlo desde el punto de vista comercial. En mi familia siempre se han referido a San Valentín como "El día de El Corte Inglés", porque a estas fiestas sólo se le da tanto bombo y platillo para vender regalitos y cucadas en forma de culo al revés (corazón). Esta época es un recurso de los centros comerciales y demás para vender productos masivamente de tal forma que con los ingresos obtenidos se equilibra la balanza de pérdidas que se originan durante la cuesta de Enero. En caso de que no sean como yo y se crean guays por buscar el sufrimiento verdadero, entenderán que el día del amor es cualquiera, todos los días son días para estar con tu pareja y dedicarle un tiempo a la persona que posiblemente mastique tu corazón, lo escupa, se limpie el culo con el y te lo tire a la cara. Pero, mientras eso aún no pasa, dedíquense a fornicar y a ser felices mientras les dure, pero no se limiten a un sólo día del año. Y esto puede extrapolarse a fiestas que pretenden supuestamente inculcarnos valores y reuniones familiares tales como la Navidad o Acción de Gracias, por nombrar las dos primeras que se me han venido al coco. Porque puede que la fiesta tenga sus orígenes hace muchos años, pero la tradición de comprar la impuso el sistema capitalista, que no se les olvide.

Sé que ha sido corta, pero aparte de que no tengo mucho que decir sobre este tema, no tengo demasiada inspiración para llenarles de metralla. Espero que les haya gustado y pueda traerles entradas mejores en el futuro próximo :D