Normalmente hago este tipo de entradas con el año nuevo ya vigente, pero esta vez quiero quitármela de encima para poder dedicar la primera semana de Enero del 2016 a estudiar para mis próximos exámenes. Además, y en contra de lo que los lectores más veteranos (los que precisamente han motivado el cambio que tanto el blog como yo mismo estamos experimentando) puedan creer, no seguirá la estructura que han seguido las demás Críticas del Año. Para los que por vez primera estén navegando por aquí o no lleven mucho tiempo leyendo, estas entradas especiales solían traer en su interior cuatro o cinco imágenes sobre variados temas que me han ido haciendo reflexionar o me han disgustado a lo largo del año y hablar brevemente sobre mi opinión al respecto. En ésta ocasión, me limitaré a crear un buen bloque de texto de los míos hablando sobre el ya casi pasado año 2015 desde un punto de vista personal, lo que he ido aprendiendo durante el mismo y mis reflexiones a grandes rasgos sobre el panorama de hechos que han ido cayendo a lo largo del año. Hecho ya este pequeño aviso para navegantes, entramos en materia.
A decir verdad, empecé el año bastante bien y lo estoy acabando de igual o mejor manera, si bien el trayecto entre ambos puntos ha sido, cuanto menos, escabroso. No me han faltado satisfacciones y no creo que haya sido un mal año, nada más lejos de la realidad, pero mi vida "amorosa" me ha dado varios golpes buenos. De hecho, tan pronto como en época de exámenes de Enero, mis desdichas con Wonder Woman me causaron fuertes dolores en el pecho que se han ido manteniendo de forma irregular a lo largo del año (producto de una costocondritis, inflamación de los cartílagos que unen el esternón con las costillas, causado aparentemente por nervios o malas posturas). A partir de ahí y hasta hace unos meses, me enamoré de otra persona con la que hablaba a diario pero que, por razones que ya han sido expuestas en éste blog, no funcionó. Algunos dirían que fueron siete meses tirados a la basura, pero yo no lo creo así, pues disfruté el camino y el final del mismo me enseñó una lección que no había sido capaz de ver durante ni más ni menos que seis añazos. Pero tengo que admitirlo, pues no soy ya alguien que peque de orgulloso: dolió. Y mucho. Otra cosa es que con el paso del tiempo me haya hecho más fuerte mentalmente y lo lleve mejor, pero dolió.
Por otra parte, este año me he superado a mí mismo, he realizado pequeños proyectos que me hacen soñar con ganas y luchar con optimismo por mis metas. Sin ir más lejos, escribí y dirigí mi primera obra de teatro íntegra. Y no sólo eso, sino que la hice en inglés. Y con un tiempo límite. Sufrí como un cabrón, pero valió la pena. Echaba de menos actuar y he comprobado que me gusta dirigir. En su momento agradecí a todos aquellos que estuvieron a mi lado, de una forma u otra, para sacar el proyecto adelante, y siempre lo estaré, a pesar de que algunas de esas personas ya no estén en mi vida (algunas porque han tomado caminos distintos, otras porque han querido apartarse voluntariamente). Tengan por seguro que la subiré aquí para que la lean en cuanto esté traducida al español. Traducción que hago yo mismo, asi que paciencia. También he conocido a personas maravillosas que ya llevaban a mi alrededor un buen tiempo pero que no había entablado conversación con ellos y he reforzado lazos de amistad que se habían aflojado por tal o cual motivo. Y sobre todo, he aprendido un montón de todo lo que me ha pasado, tanto lo bueno como lo malo..
A pesar de que soy una persona que está a lo suyo y no tiene esa inquietud continua por estar mirando noticias (más que nada, porque no me fío ya de ningún medio), no estoy ciego, ni sordo, ni mudo. A nivel nacional, el PP ha hecho de las suyas de mil y una formas: la Ley Mordaza, cientos de casos de corrupción dentro de sus filas, salvajes recortes en Educación y Sanidad entre otras cosas, el montaje de pozos petrolíferos sin éxito en nuestras costas a pesar de que la gran mayoria de canarios se mostró en contra, un presidente que no sabe decir más de tres palabras cohesionadas adecuadamente en público y que no se atreve a dar la cara en los debates... Y aun así, no sé cómo se las han apañado para volver a sacar mayoría en las Elecciones Generales celebradas hace poco más de una semana. De acuerdo, no es ni mucho menos absoluta y de momento no tienen el poder que tenían en la pasada legislatura, pero sigue dando qué pensar, en lo manipulada que está la gente y en la poca memoria histórica que tienen. Fuera de nuestro territorio, tenemos a la Merkel y al FMI dando por culo guerra a toda Europa, a Estados Unidos e Irlanda declarando legal el matrimonio gay, un resurgimiento de la islamofobia a nivel mundial a raíz de dos atentados en Francia... Y todo ésto a bote pronto y obviando todas las machangadas de polémicas interneteras como el reciente fallo del humorista Steve Harvey al declarar a la ganadora de Miss Mundo.
¿Qué tengo que decir al respecto? Que nada me sorprende. Que el mundo lleva tanto tiempo nadando en esa piscina de mierda estancada en la que ellos mismos se han metido que ya cualquier cosa no es sino un chapoteo más que salpica más o menos que el anterior. Que a pesar de que uno vaya predicando y actuando como le gustaría que el mundo en general actuase, poco puedo hacer si estoy solo. Que mi voz no será callada, pero tampoco la voy a gastar gritándole a la nada. Que por desgracia el sistema que tanto odio me tiene atrapado dentro de sus redes, que me extirpan mi tiempo cada vez más y que espero quitarme de encima según me sea posible, porque aunque el sistema no lo quiera, Pandeimos Avanza.
Con éstas palabras les dejo para disfrutar de lo que queda de año y de vacaciones de Navidad. Pronto nos veremos, con más energías y más contenido. Muchas gracias por estar ahí, querido lector, Hasta pronto.
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